El Ayuntamiento de Arcos congelará con toda probabilidad los impuestos y tasas públicas para el año 2022. Con ello se pretende no agravar el bolsillo del contribuyente como consecuencia de un año que ha sido especialmente difícil para la población por el COVID-19, que ha acabado con cientos de contratos y las aspiraciones de numerosas familias.
Así lo avanza la delegada municipal de Hacienda, María José González, que admite, no obstante, que solo el recibo del agua podría subir en un momento dado al tratarse de una situación que “se escapa de las manos del Ayuntamiento”, dado que el servicio está gestionado por la una empresa privada como es el caso de Aqualia, al frente del ciclo integral del agua en la ciudad. Sin embargo, cabe recordar que esta tasa no sube desde el año 2015 coincidiendo con la llegada al equipo de Gobierno del PSOE.
El equipo de Gobierno estaría ahora mismo en plena negociación con la empresa concesionaria del servicio. El Ayuntamiento celebró en octubre pasado lo que se podría considerar un pleno previo a este asunto. La delegada María José González recuerda que el actual plan de ajuste impide que se puedan aplicar bonificaciones a los impuestos y tasas, e incluso compensar al comercio con ayudas, salvo la congelación de impuestos como medida de apoyo tanto al comercio como a la población.
La delegada considera que el año próximo se podrá estudiar una posible subida en base al incremento del precio de la vida y lo que indiquen las administraciones, pero, insiste, por lo pronto este año se realizará “un esfuerzo” en correspondencia con la situación de la población.