La acusación presentada en Detroit incluye seis cargos, entre ellos uso de un arma de destrucción masiva e intento de asesinato, así como intento de homicidio en el interior de una nave aérea dentro de la jurisdicción de Estados Unidos.
Según otro de los cargos, el nigeriano, de 23 años, también intentó instalar un artefacto explosivo y además estaba en posesión de un arma en la comisión de un crimen violento.
En la Justicia estadounidense el jurado de investigación se encarga de establecer la existencia de fundamentos y pruebas concluyentes para la iniciación de un juicio en contra del acusado.
Los cargos planteados contra el nigeriano podrían suponerle una condena a cadena perpetua, informó el secretario de Justicia, Eric Holder tras conocerse la decisión del jurado de investigación.
Holder dijo que la investigación del caso ya había producido valiosas pistas y que el responsable "será llevado a la Justicia mediante todos los instrumentos, militares o judiciales, de que disponga nuestro Gobierno".
"El intento de asesinato de 289 inocentes merece los cargos más graves y eso es lo que hemos hecho en esta acusación", dijo Barbara McQuade, fiscal del distrito de Michigan.
El presidente de EEUU, Barack Obama, indicó el martes que los sistemas de seguridad del país fallaron de forma "potencialmente desastrosa" al permitir que el joven nigeriano, de 23 años, abordara un vuelo de Amsterdam a Detroit con explosivos en su ropa interior.
Tras reunirse con sus principales asesores de seguridad, Obama añadió el martes que esos fallos "no son aceptables" y subrayó que no los tolerará.
Obama aseguró que la comunidad de inteligencia tenía suficiente información para haber detectado y "potencialmente" haber desarticulado el atentado fallido de Abdulmutallab.