El salón de plenos del Ayuntamiento de Málaga vivió ayer un acalorado debate sobre la solución a los desalojos planteados para 50 familias de Callejones del Perchel. Una convocatoria extraordinaria, a petición de los grupos del PSOE y de Unidas Podemos, que concluyó con la aprobación por unanimidad de cuatro de los seis puntos de la moción planteada.
En concreto, se aprobó instar a la ejecución de lo recogido en el Plan Especial de Protección de Reforma del Perchel Sur sobre la recuperación y conservación de la estructura urbana y su tipología edificatoria mediante procesos de rehabilitación y el control de los procesos de renovación urbana, y en especial lo que se refiere al manteamiento de la población existente en la zona; también, instar al equipo de gobierno a hacer pública toda la información relacionada con propuestas y proyectos futuros planteados en la zona de Callejones del Perchel; también, el punto tres que insta al Ayuntamiento a actuar e intervenir según se acordó en la Comisión de Derechos sociales de noviembre de 2021 por unanimidad, sobre el entorno de Callejones del Perchel; por último, el cuarto punto en el que se insta a poner a disposición de los vecinos y vecinas, algo que según el equipo de gobierno ya está en marcha, los servicios técnicos y jurídicos municipales.
No salieron adelante, por quince votos a favor y 16 en contra, los dos últimos aspectos requeridos por la oposición, que hacían referencia a que el Pleno inste al equipo de Gobierno a comenzar los trámites necesarios para planificar y ejecutar la solución constructiva en el barrio que permita reubicar a los vecinos y vecinas afectados, y que el Ayuntamiento acordara no facilitar el trámite de la licencia de obra hasta que no se les dé solución de habitabilidad a las vecinas y vecinos afectados.
Esta es la literatura, pero la sesión vespertina se abrió con la intervención de Enrique Gutiérrez, portavoz de la Plataforma 'El Perchel no se vende', la voz de los afectados que lamentó que “nadie de la empresa se ha reunido con nosotros” e indicó que “sólo están negociando uno a uno con los vecinos a través del administrador” que les ha asegurado que “ya no cobrará los recibos a partir del mes de marzo”. Para Gutiérrez, en tono irónico, “esta es la sensibilidad y la voluntad negociadora que está mostrando la empresa”, se lamentó.
Por eso, el representante de El Perchel no se vende le ha pedido al alcalde, Francisco de la Torre, que “cumpla con su palabra y nos dé toda la información de lo hablado con la empresa promotora, porque aquí hay muchas almas en vilo, que no se acuestan tranquilos y que no saben lo que van a hacer si abandonan las casas en las que han vivido toda la vida”, ha zanjado.
Después, ha venido el debate, el rifirrafe, las posturas enfrentadas, los dimes y diretes y los reproches entre la oposición y el equipo de Gobierno. Para el portavoz socialista, Daniel Pérez, “hoy puede ser el Perchel y probablemente mañana será Santa Julia, que llegue un fondo buitre a un barrio, se apropie de la riqueza para hacer dinero y se vaya tras echar a sus vecinos. Lo que queremos es que los malagueños no tengan que irse de su ciudad ni de sus barrios para vivir”, por lo que recordó que en otros casos, como en el propio Perchel, en el Palo o en el Bulto, en su día se dio una solución habitacional que hoy debería repetirse. Además, el grupo socialista ha pedido “que ponga luz y taquígrafos a las conversaciones que ha mantenido con la empresa propietaria de las viviendas, Dazia”.
Por su parte, Nicolás Sguiglia, de Unidas Podemos Málaga, señaló que no basta con que el alcalde muestre sensibilidad y cariño hacia los vecinos, sino que se piden soluciones como no dar la licencia para construir si no se les soluciona el problema.
De la Torre por su parte, insistió en que se reunió el día cinco con los afectados y que está a la búsqueda de soluciones, pero siempre dentro de la ley y apeló a las declaraciones hechas desde la promotora de que se estudiará caso a caso.
Mas dura fue la portavoz de Ciudadanos, Noelia Losada, que acusó a la oposición de estar haciendo un “uso partidista” de los problemas de estos ciudadanos.
También el concejal delegado del Área de Ordenación del Territorio, Raúl López Maldonado tuvo duras palabras aunque insistió en que se está actuando con “afecto, cariño y sensibilidad” y acusó al portavoz socialista de mentir.
