Fervor, recogimiento y religiosidad fueron los rasgos definitorios del Vía Crucis de las hermandades de Huelva que, bajo la presidencia de la Virgen de los Dolores al pie de la Cruz de la Hermandad de Los Judíos, se celebró en la noche de este sábado en la Plaza de San Pedro con la presencia de cientos de personas.
Con media hora de retraso comenzó la ceremonia que partió de la Parroquia Mayor de San Pedro, donde la Imagen había estado en Veneración durante toda la jornada. La Virgen de los Dolores lucía una saya negra, estilo isabelino, y el paso de andas, en el que procesiona la Virgen del Carmen, aparecía radiante con las flores rosas y moradas que componían el arreglo elaborado por el florista onubense Antonio Rivera. Las andas fueron portadas por varias cuadrillas tanto de hermanos como de costaleros.
La elección de la imagen de la Virgen de los Dolores a los pies de la Cruz para este acto por parte del Consejo de Hermandades y Cofradías de la semana Santa de Huelva se ha debido a la conmemoración del CCL aniversario de la fundación de Los Judíos.
Antecediendo al paso de la Virgen aparecían tres presidencias. En una, una mínima representación de la Diputación Provincial tan ligada a la Hermandad de Los Judíos; en la civil, el alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, estuvo acompañado, entre otros, del presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, el pregonero de esta Semana Santa y el Hermano Mayor de Los Judíos; y en la eclesiástica, el obispo de la Diócesis, Monseñor Santiago Gómez, junto al párroco de San Pedro y otros sacerdotes. Y, abriendo el cortejo y tras la Cruz Alzada, un grupo de hermanos así como los hermanos mayores de las distintas Cofradías onubenses portando cirios blancos.
Las cruces de guía de las distintas hermandades se habían ubicado en el porche de la Iglesia y en los laterales de la Plaza de San Pedro, trayecto que fue recorriendo el paso de la Virgen de los Dolores al pie de la Cruz mientras Héctor Pallarés relata las distintas Estaciones y la Escolanía Diocesana y la Coral de La Merced interpretaban selectas composiciones.
Tras el rezo de las distintas Estaciones del Vía Crucis, el Obispo Monseñor Santiago Gómez rezó una oración antes de impartir la bendición a todos los presentes. El acto se cerró con el canto de la Salve Regina y el repique de las campanas en señal de despedida.
Concluido el acto, la imagen de la Virgen de los Dolores al pie de la Cruz fue trasladada en procesión hasta la Catedral de La Merced arropada por numeroso público y con acompañamiento musical de la Banda de Nuestra Señora del Carmen de Villalba del Alcor, que interpretó diversas marchas procesionales que dieron un sabor semanasantero a la noche sabatina.
