El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha considerado este viernes "normal" que las víctimas del espionaje político, entre las que figura el presidente catalán, Pere Aragonès, estén "profundamente molestas", pero ha confiado en que lo ocurrido no afecte a la estabilidad del Gobierno.
En declaraciones a los periodistas tras participar en un acto en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Garzón ha respondido así al ser preguntado si cree que las relaciones entre ERC y el Gobierno están cada vez peor, después de que Aragonés expresara su malestar por el espionaje.
"Es normal que las víctimas del espionaje estén profundamente molestas con todo el proceso" y por eso este asunto "debe resolverse primero, esclareciendo lo que ha sucedido, y después articulando mecanismos políticos para que no vuelva a suceder y para que se asuman responsabilidades", ha dicho.
"Quiero ser muy claro: en una democracia, desde mi punto de vista, no es legítimo investigar y espiar a la oposición. Eso no es propio de las democracias en ningún caso", ha enfatizado el también coordinador general de IU.
El titular de Consumo, que ha calificado el espionaje de asunto muy grave desde el punto de vista democrático, ha opinado que este "no debe poner en riesgo el proceso político de transformación" del país.
