Esta última ocurría el sábado, cuando dos escaladores tenían que ser rescatados por un helicóptero en Ponoig. Uno de ellos estaba herido en el codo y con el hombro fuera de sitio después de una caída, por lo que habían quedado atrapados en una repisa a 250 metros del suelo.
Pero no era la única actuación en la que tenían que participar los bomberos. Otro rescate aéreo se producía en la mañana de ayer en el barranco de la cova del pinar de Confrides, cuando un varón de 60 años sufría una caída de 3 metros cuando hacía escalada, fracturándose un pie.
Y otro rescate aéreo más, en este caso en la localidad valenciana Chulilla. Allí tuvieron que socorren a otra persona que había sufrido un accidente en la ruta de los puentes colgantes de Chulilla.
Dos mujeres extraviadas en la zona del Montgó, unas labores de ayuda a una parapentista que tuvo problemas a la hora de tomar tierra o la búsqueda de un buzo perdido en las aguas de Nules han sido otras de las acciones que se han tenido que llevar a cabo por equipos de bomberos y salvamento. Lo cierto es que los expertos no dejan de avisar. Para salir al medio natural hay que estar preparado y equipado, por lo que continúan pidiendo precaución y preparación a los ciudadanos.