Juan Carlos I, que pasó 3 días y 4 noches en Sanxenxo tras aterrizar el pasado jueves después de 21 meses de exilio voluntario en Abu Dabi sin pisar España, ha hecho algunas declaraciones en Galicia que han finalizado con un "explicaciones de qué" tras comenzar con un agradecimiento por una acogida "muy buena".
Su caravana de seguridad no ha podido poner coto a los momentos en que el emérito quiso dirigirse a la prensa, al causar su presencia en la localidad pontevedresa una fuerte expectación mediática.
La última ocasión en la que ocurrió fue un tú a tú el pasado domingo por la tarde noche cuando el anterior jefe de Estado contestó a una serie de preguntas antes de volver al chalé del regatista Pedro Campos, su amigo personal y anfitrión.
El primer contacto con la prensa (con conversación incluida) fue al día siguiente de su llegada, cuando recogió un regalo entregado por una periodista.
DOMINGO 22 DE MAYO
Al abandonar el Real Club Náutico de Sanxenxo tras una entrega de premios, el padre de Felipe VI respondió a unas cuestiones de La Sexta centradas en el reencuentro este lunes con su hijo, con la reina Sofía y otros miembros de la familia en el marco de lo que la Casa Real considera un acto privado.
Qué le iba a decir al rey fue la primera interpelación de la cadena televisiva. "¿Perdón?", la respuesta. "Que qué le va a decir mañana (por hoy) a su hijo...", segundo intento. "¿Como que qué le voy a decir?, ¿tú que le dirías a tu hijo", la réplica. "Supongo que tendrá ganas de verlo". "¡Hombre! Muchísimas", la reacción más clara.
Entonces se produjo el momento más tenso. "¿Le va a dar algún tipo de explicación?". "¿Explicaciones de qué? (risas). Ahí el motor arrancó. El motor del mismo vehículo (el particular de Campos) que este lunes lo llevó al aeropuerto vigués de Peinador para volar a Madrid. En el aeródromo Juan Carlos I dio las "gracias".
En la jornada dominical tuvo dos acercamientos más a los medios de comunicación. En un primer instante, Juan Carlos I había rehusado hacer declaraciones a la prensa, aunque, tras desayunar y pasar en el interior del club algo menos de una hora, dejó las instalaciones rumbo al pantalán y, en ese momento, sí atendió las preguntas de los periodistas.
"Pregunta. Pregunta tú", le respondió a uno de los informadores que le inquiría acerca del encuentro con los miembros de la Casa Real, una respuesta dada en un tono seco y cortante, cerrada con un gesto con su mano derecha. "Yo estoy aquí, en Sanxenxo", añadió acto seguido.
Y, más tarde, tras más de dos horas en el mar, el emérito regresó a tierra y participó en una entrega de trofeos, donde él mismo recibió el galardón que acredita a su embarcación como la vencedora de la prueba, en un escenario al que subió acompañado de su anfitrión y amigo Pedro Campos y del resto de la tripulación del Bribón.
A su salida de esa ceremonia, y de nuevo desde el coche de Pedro Campos, Juan Carlos I atendió otra vez más las preguntas de la prensa y sus palabras fueron más amables que por la mañana. "Muchas", fue su respuesta acerca de las ganas de ver a su familia. Y dijo, además, esperar de ese reencuentro "muchos abrazos".
21 DE MAYO
En la zona portuaria y a bordo del coche de Campos, una vez más, el emérito dio las gracias porque su estancia estaba siendo "muy buena".
El sábado, con la jornada de regata en la que iba a participar cancelada, pudo fundirse el emérito en un cálido abrazo con su nieto Pablo Urdangarín al término del partido de balonmano que el joven deportista disputó en Pontevedra con el Barça B en el pabellón del Club Balonmano Cisne, que logró el ascenso a la Liga Asobal, máxima competición nacional, con su victoria ante el filial blaugrana.
En ese pabellón tuvo una caída que finalmente quedó en nada. Horas más tarde diría que con su nieto muy bien, "todo estupendo".
20 DE MAYO
En su reaparición en el Real Club Náutico de Sanxenxo, flanqueado por el empresario Pedro Campos, el emérito se dio un baño de masas y no dudó en recoger unos zuecos que le entregó una periodista, en esta caso de la Televisión de Galicia, con las imágenes de la reina Sofía, en uno, y de él mismo en otro.
Con la reportera tuvo un breve encuentro sin micro para conocer la historia del sorprendente obsequio.
19 DE MAYO
Cuando su avión privado tomó tierra, en Peinador, el emérito fue recibido por Pedro Campos, su mujer Cristina Franze (que grabó a los periodistas desde el coche), y la infanta Elena, que lo había estado esperando en una sala exclusiva tras su llegada en un vuelo regular de Iberia.
En el lugar de Nanín, donde se encuentra la residencia de Campos en la que se hospedó el emérito, a la altura del callejón que conduce a la vivienda con un solo punto de entrada y de salida, bajó la ventanilla para saludar y levantó el pulgar cuando fue preguntado por si todo bien.
Los trayectos en el Volvo de Pedro Campos y los momentos de subida y bajada de ventanilla han sido una constante en este fin de semana largo.
Galicia
Del todo bien al "explicaciones de qué": Así pasó el rey emérito por Sanxenxo
Su caravana de seguridad no ha podido poner coto a los momentos en que el emérito quiso dirigirse a la prensa
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