La empresa constructora cordobesa Grupo Prasa debe a Hacienda, en estos momentos, 94 ,5 millones de euros y sigue estando en el “Top 3” del sector inmobiliario moroso de España.
Así se desprende del listado publicado la pasada semana por la Agencia Tributaria, en el que figuran los contribuyentes con deudas superiores a 600.000 euros a 31 de diciembre de 2021.
Los 3,1 millones de euros que ha disminuido esa deuda no han sido suficientes para salir de la “lista negra”, como sí le ha ocurrido a otra de las grandes deudoras, la inmobiliaria Nozar, que debía 215 millones en agosto y ya no figura en el temido listado.
La empresa que preside José Romero, nació en 1947 en una pequeña localidad de Los Pedroches, no levanta cabeza. En el verano de 2019 se declaró voluntariamente en concurso de acreedores. El auto del Juzgado de lo Mercantil de Córdoba del 22 de julio de ese año, recogía que Prasa conservaba "las facultades de administración y de disposición de su patrimonio, pero sometidas estas a la intervención de la administración concursal".
En aquella época la empresa mantenía una deuda de 97,9 millones de euros con la Agencia Tributaria.
Pero era la primera vez que Prasa se encontraba en una situación delicada. Ya en el 2010, las empresas Mare Nostrum y Millurqui 2003 Invest solicitaron el concurso de acreedores para Prasa, que atravesaba ya un momento crítico entre los años 2008 y 2009. Prasa logró evitar el concurso de acreedores tras una reestructuración del negocio, refinanciación de la deuda bancaria y la venta de parte de su sede central.
2008 fue un año complicado también para José Romero, ya que fue detenido por los presuntos delitos de cohecho, blanqueo de capitales y diversos delitos contra la administración pública en el marco de la Operación Astapa contra la corrupción en la Costa del Sol. Quedó en libertad bajo fianza de 300.000 euros.
DE LO MÁS ALTO A UNA DEUDA MILLONARIA
En el boom de la construcción, Prasa fue una de las empresas más destacadas del sector. El nombre de la sociedad se corresponde con las iníciales del progenitor del presidente, Pablo Romero Alamillos, que fundó en los años 60 de una pequeña empresa de albañilería. Acabó convirtiéndose en un emporio de 34 empresas con presencia internacional centrada en la construcción y la promoción de viviendas, residencias de mayores y proyectos hoteleros, pero también el deporte y la ganadería. En sus mejores momentos Prasa dio empleo directo a 2.000 personas. A día de hoy es una sociedad que debe a las arcas públicas 94,5 millones de euro.