La Guardia Civil ha detenido en Mairena del Aljarafe (Sevilla) a un hombre por engañar a otras personas mediante la estafa del llamado "QR inverso”, una práctica fraudulenta con la que roba datos personales y bancarios de las víctimas y que ha sido detectada por primera vez en Sevilla.
El autor, que contaba con 31 reclamaciones judiciales por delitos cometidos en España, llegó a estafar a una persona con la cantidad de casi 900 euros, según ha informado en un comunicado la Guardia Civil, que ha añadido que la operación ha sido realizada por agentes del Equipo @ de la Comandancia de Sevilla, dentro de la Operación Turon.
Al detenido, residente en Sevilla, se le acusa de un delito de estafa continuada utilizando para ello técnicas de ingeniería social y engaños a través del escaneo de códigos QR.
Los agentes del Equipo @, especializados en delitos telemáticos, tuvieron conocimiento de una denuncia interpuesta en el puesto principal de la Guardia Civil de Mairena del Aljarafe, donde se hacía referencia a un presunto delito de estafa cometido en un establecimiento de esta localidad.
Concretamente, el presunto autor de la estafa conseguía engañar al camarero del local, a quien debía abonar una consumición y para lo cual mostró a su víctima un código QR perteneciente a su entidad bancaria, cuando en realidad se trataba de una solicitud de dinero, logrando que la víctima aceptara dicho aviso creyendo que era el pago de la consumición.
Además de ello, consigue hacerse con los datos personales y bancarios del denunciante y con su clave de acceso a la aplicación bancaria, con lo que realizó varias transferencias a través de bizum en su beneficio., con lo que se hizo con la cantidad total de 878,50 euros.
Al detenido, un hombre de 45 años y sin domicilio conocido, se le intervino material tecnológico usado para las estafas.
La Guardia Civil informa de que debido a la crisis sanitaria, los códigos QR se han convertido en el método más usado para acceder a información a través del teléfono móvil de forma muy rápida y sencilla, ya que solamente es necesario escanear con la cámara el código concreto para acceder a cartas de restaurantes, información turística y otras muchas funcionalidades.
Por ello, los estafadores se han aprovechado de esta nueva tecnología para idear un nuevo engaño, con el objetivo de que los ciudadanos escaneen el código QR fraudulento y, de este modo, hacerse con los datos personales y bancarios de las víctimas.
