Tras las últimas movilizaciones de la plantilla la semana pasada, el pasado martes se produjo una reunión a tres bandas: trabajadoras, empresa y Ayuntamiento. El resultado de la misma concluyó en un consenso entre las partes en que es necesario rebajar la conflictividad entre plantilla y empresa, para que todas las partes se puedan centrar en que se den los pasos hacía la gestión pública, de la mano de Esisa, que se ha estimado que esté concluida en un plazo de entre cinco y once meses. Para poder conseguir, de esta manera, que concluya de manera anticipada la vinculación de la empresa con este servicio, tal y como es su voluntad, sin tener que esperar a que finalicen los dos años de prórroga que tiene Claros SCA firmados con el Ayuntamiento, y que deberían concluir en marzo de 2024.
La empresa, por su parte, se compromete a restituir la categoría profesional de las dos coordinadoras que fueron bajadas a ayudantes de coordinación hace dos semanas, como gesto de la normalización de relaciones que se quiere mantener durante los meses que resten hasta la municipalización.