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‘El poder del color’, nueva exposición virtual de la Fundación Vipren

La muestra del artista Óscar Duarte está compuesta por medio centenar de obras, que pueden contemplarse a través de la web de la fundación

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  • La muestra del artista Óscar Duarte está compuesta por medio centenar de obras, que pueden contemplarse a través de la web de la fundación -

La delegada municipal de Cultura, Susana Rivas; el autor de la exposición, Óscar Duarte; el gerente de la Fundación Vipren, Miguel González; y la directora de exposiciones de la Fundación, Mariló S. Leal, han presentado la exposición virtual ‘El poder del color’. Se trata de una exposición singular, compuesta por 50 obras seleccionadas entre el trabajo de muchos años y que pueden verse a través de la página de la Fundación Vipren.

Durante la presentación de la exposición virtual, Susana Rivas ha agradecido a la Fundación Vipren “su trabajo de difusión de los artistas locales y cercanos” y a Óscar Duarte “por traer su obra a todas las personas. Una obra que no deja indiferente a nadie, porque llena todo el espacio y es un muy atractiva”. “Animar a la ciudadanía a que visite esta exposición de la Fundación Vipren, a la que desde el Ayuntamiento seguimos apoyando”, ha comentado.

Por su parte, Óscar Duarte ha resaltado que “antes de dedicarme a la pintura, me dediqué a la música y estudié Periodismo. Y a la pintura llegué hace un cuarto de siglo con una cierta educación cultural a mis espaldas”. “Mi obra empezó siendo más suelta, pero con el paso de los años he trabajado más con la geometría, que ya no puedo dejar”, ha comentado el autor de la exposición, quien ha añadido que “he querido hacer una pintura de proximidad. Así, al flamenco le uno los paisajes que me rodea”. “No concibo la pintura sin color, que es para mi lo principal”, ha aclarado.

Por otro lado, Miguel González ha destacado que “en este nueva época de exposiciones virtuales llevamos ya 60.000 visitas, mientras que en la anterior llegamos a las 850.000”. “Óscar es un pintor autodidacta y su vida ha transcurrido entre Argentina, Barcelona, Lebrija y Rota. Él tiene su propio estilo y, según los expertos, marcará tendencia en el futuro”, ha comentado el presidente de la Fundación Vipren, quien ha añadido que “sus características principales son la geometría y el color”.

Finalmente, la directora de exposiciones de la Fundación Vipren ha indicado que “abrimos una nueva temporada de exposiciones virtuales con un pintor afincado entre Lebrija y Rota”. “Agradecer a la Fundación Vipren por abrir ese gran escaparate a los artistas contemporáneos”, ha expresado Mariló S. Leal, quien ha resaltado que “se trata de un autor autodidacta, cuya obra recoge temas como la música, una de sus grandes pasiones, los gatos y los lugares por donde ha pasado; mientras que su plástica es el dominio del color”.

Óscar Duarte

Óscar no tiene una formación convencional. Llegó a la pintura como terapia, para curar su espíritu dañado. Alguien le propuso buscar en el arte el sentido a las cosas, aceptó y acogió la pintura ya para siempre como su herramienta para observar la vida, transformarla y mostrarla al mundo. Empezó a llenar el lienzo de espacios geométricos que ordenan el mundo, para llenarlo de colores, seguramente en un impulso de hacer lo mismo con su vida.

Ha pintado todo lo que le interesa, lo que admira, lo que respeta. También lo que le inquieta o le provoca curiosidad. Sus descubrimientos, lo que le apasiona, todo eso lo pinta de colores para captar la atención y para compartir todos sus hallazgos. Pinta porque es un buen espectador. Y pinta con alegría, nunca hay resentimiento ni juicios amargos en sus pinturas, al contrario, se diría que ha sabido poner la pintura de su lado. Observa la realidad y la devuelve enriquecida y llena decolores. El color le salva y salva a la realidad de su crudeza.

Ha pintado Barcelona, su ciudad durante muchos años, con el Gaudí que muchas veces sugiere en su pintura y rodeada de un mar de fantasía, de colores rabiosos y habitado por seres marinos gigantescos. En otras pinturas se ha hecho preguntas primordiales sobre la vida, y las ha presentado con honestidad, sin maquillaje, con simples laberintos de colores.

Descubrió a Velázquez y sus Meninas y durante un tiempo jugó con ellas, las reprodujo en todos los colores, hermanó a Velázquez con Mondrian e incluso llegó a cambiar el perro a sus pies por uno de sus propios gatos, en un guiño al arte. Jugó también con las Majas de Goya, que aquí no iban ni vestidas ni desnudas, sino bañadas en color.

Los gatos de Óscar recuerdan a veces a esas momias egipcias que se ven en el British Museum, representan figuras casi mitológicas o se cuelan en obras de arte.

En su Andalucía adoptiva escogió la música por encima de todo y llenó sus lienzos con ella, de cantaores, cantaoras, guitarras; con líneas curvas, sinuosas, escribiendo sobre el lienzo, en un diálogo ahora directo con el espectador. Trazos gruesos en colores vivos, intensos. O líneas delicadas y colores de textura acuática. Es el flamenco de su Lebrija escogida, al que ha dedicado numerosas obras, en un reconocimiento admirado a tantos linajes de artistas. En estas pinturas se aprecia una observación respetuosa pero nunca medrosa ni encogida, es más bien una solemnidad entusiasta y colorida, siempre con esa necesidad de no dejarse nada en la paleta. Lienzos llenos de notas aclaratorias, nombres, títulos; es la necesidad de compartir los hallazgos del artista a lo largo de tantos años.

Antes las ciudades, el amor por los animales, la pintura misma, ahora la música en su expresión más tradicional descubierta en las familias flamencas lebrijanas. Y luego está la música que ha ido con él toda la vida, desde los Beatles hasta el gran Dylan pasando por Iggy Pop, Hendrix, Lou Reed, los Stones... Es la música que literalmente ha sido su inspiración muchas veces, pues es la que le acompaña mientras pinta.

Líneas rectas, curvas, trazos, espacios... Siempre con el color como hilo conductor en el reconocimiento del artista a las cosas que, en definitiva, le han hecho feliz. Ciudades, espacios, arte, la naturaleza, todo se reconoce y agradece, todo se viste de colores, como un manto de ceremonias, y se regala al espectador.

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