La familia del general franquista Gonzalo Queipo de Llano ha denunciado este jueves la "anuencia por omisión" del Arzobispado de Sevilla en la exhumación de los restos de su antepasado, al "olvidar" las prerrogativas que le otorgan varias leyes de rango superior que no han evitado materializar este acto "tan execrable".
En una carta al director en el diario Abc de Sevilla firmada por Gonzalo Queipo de Llano Mencos, nieto del general, que califica la ley de Memoria Democrática de "sectaria y revanchista", ha recordado que la familia mantuvo conversaciones con la Hermandad de la Macarena para la "impuesta y arbitraria" exhumación de los restos de su antepasado.
Las conversaciones se produjeron "obligados" por una ley que "incita la controversia legal", que, según algunos "destacados" juristas, soslaya la Constitución, pero sobre todo para evitar "un circo mediático que solo beneficiaría al actual Gobierno socialcomunista de España" desde la entrada en vigor de la norma, añade la carta de la familia de Queipo.
Gonzalo Queipo de Llano Mencos señala que la Hermandad de la Macarena "asegura" haber cedido ante las "injustas presiones totalitarias gubernamentales" y "la anuencia por omisión" del Arzobispado, una institución que, a juicio del nieto del militar franquista, cuenta con varias leyes de superior rango para haberlo podido evitar.
Concretamente, la familia de Queipo cita el Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos jurídicos de 3 de enero de 1979, la Constitución o el Código Civil, algo que, según explica, no solo ha creado "discrepancias al 50 por ciento, según los medios, en la propia hermandad" sino "en otros ámbitos de la sociedad".
La familia ha aprovechado para agradecer "personalmente" las numerosas muestras de apoyo recibidas "con expreso rechazo a la exhumación" y ha reprochado la "pasividad de esa derecha cobarde y apoltronada, en gran parte deudora del general Queipo de Llano".
En la madrugada del pasado 3 de noviembre, los restos del general Gonzalo Queipo de Llano fueron exhumados de la basílica de la Macarena de Sevilla, tras 71 años reposando allí, en aplicación de la Ley de Memoria Democrática que también determinó la exhumación en el mismo templo de los restos mortales del general Francisco Bohórquez Vecina.
