El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha inaugurado este sábado la plaza de Rosalía de Castro, situada entre las calles San Fermín, Aralar y la avenida Baja Navarra. Este espacio del Segundo Ensanche carecía de denominación oficial y llevará el nombre de la poetisa y escritora gallega, a petición del Lar Gallego de Pamplona - Casa de Galicia en Navarra, cuya sede se encuentra precisamente frente a esa plaza.
El alcalde recogió esta petición, puesto que el reglamento municipal reserva al primer edil las competencias para cambiar las denominaciones de las calles y plazas de la ciudad, previo informe a los portavoces de los grupos municipales.
Además del alcalde y miembros de la Corporación municipal, en el acto han estado presentes el director general de Acción Exterior del Gobierno de Navarra, Sergio Pérez García; el consejero de Cultura, Educación, Formación Profesional e Universidades de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez; el secretario General de Política Lingüística de la Xunta de Galicia, Valentín García; el comandante militar Francisco Germán; el jefe superior de la Policía Nacional, José María Borja; y el delegado de Defensa, Ernesto Eugenio Orgaz.
En el acto ha intervenido la presidenta del Lar Gallego, María Jesús Rodríguez, quien ha explicado que se sugirió el nombre de Rosalía de Castro para esta plaza "en homenaje a nuestra escritora gallega por ser uno de los referentes de la literatura de nuestro país", "precursora, junto a Gustavo Adolfo Becquer, de la poesía moderna" y "una defensora de las mujeres".
A continuación, se ha descubierto la obra del escultor Cándido Pazos mientras las gaitas del grupo Os Fillos de Breogan interpretan la 'Alborada de Rosalía' y se ha realizado una ofrenda floral. El escultor ha explicado que con esta obra ha tratado de "ahondar en el pensamiento" de la poetisa y "hallar su alma en sus libros". Por ello, la escultura representa cinco de sus libros "más importantes", junto con la imagen de la autora y dos de sus poemas.
Seguidamente, Rebeca Riveira, socia y miembro de Os Fillos de Breogan, ha leído el poema en gallego 'Tal como as nubes' y Aníbal Armesto, tesorero del Lar Gallego, el poema en castellano 'Pobre Alma sola'.
Tras la poesía, ha tomado la palabra el consejero de Cultura, Educación, Formación Profesional e Universidades de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, quien ha afirmado que Rosalía de Castro "es mucho más que una escritora de éxito reconocida a nivel universal", es "un símbolo para todos los gallegos y para muchísimas personas". "Ha sido capaz de lanzar un mensaje de integración de las culturas, escribía en castellano y en gallego, y fue capaz de generar en torno suyo muchas complicidades" que generan "un vínculo común". "Además de ser una grandísima poetisa es también un símbolo de la importancia que tienen las culturas como un vehículo de comunicación", ha expresado.
Tras descubrirse la placa con el nombre de la plaza, ha cerrado el acto el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, quien ha destacado que la capital navarra "se suma a la larga lista de ciudades que cuentan con un lugar dedicado a la escritora gallega Rosalía de Castro". Una mujer que fue una "adelantada a su tiempo, ha pasado a la historia como una de las precursoras de la poesía en castellano y galego, pero fue mucho más allá y nos ha dejado una huella imborrable para todos".
Ha resaltado que la autora "impulsó la lengua gallega y dejó un legado que se extendió hasta la generación del 27". Precursora también, ha remarcado, en "su denuncia de las injusticias que recibían las mujeres de su época. Fue una mujer luchadora". Por ello, ha destacado que "disponer de un espacio con un nombre de mujer es un nuevo cumplimiento en ese reto de ir dotando a la ciudad de espacios con nombre de mujer" que, ha reconocido, "todavía está lejos del número que merecen".
MUJER Y POETA
La escritora María Rosalía Rita de Castro, conocida como Rosalía de Castro, nació en Santiago de Compostela en 1837, y está considerada como una de las principales precursoras de la poesía española. A lo largo de su trayectoria artística impulsó la lengua gallega y denunció en sus obras las injusticias que sufrían las mujeres en su época. Su influencia se extendió, a través de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez, a la generación del 27.
