La Guardia Civil ha detenido a 10 personas pertenecientes a un grupo criminal especializado en robos en gasolineras, bares, tiendas de telefonía móvil, extorsión a través de internet y tráfico de drogas a los que se acusa de al menos 44 robos con fuerza cometidos en ocho provincias españolas.
Según han informado fuentes de la comandancia de Castellón, cuatro de los detenidos han ingresado en prisión tras declarar ante el juez.
Las detenciones se produjeron en diferentes puntos de las provincias de Castellón y Valencia y 16 de los robos se llevaron a cabo en establecimientos de Torreblanca, Moncofa, Alqueries, Segorbe, Onda, Viver y Geldo. La operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Castellón y se inició a principios de octubre.
Una operación que ha culminado ahora con la detención de los diez integrantes de la organización a los que se les atribuyen los delitos de pertenencia a grupo criminal, 44 delitos de robos con fuerza y violencia, 6 delitos extorsión, tráfico de drogas y blanqueo de capitales, todos ellos cometidos en las provincias de Castellón, Valencia, Albacete, Teruel, Tarragona, Navarra, Lugo y Tenerife.
Los detenidos tenían una estructura perfectamente organizada y cada uno poseía un rol muy específico. Mientras que unos se dedicaban a cometer físicamente los robos, otros proveían al grupo de vehículos robados a los que les doblaban las placas de matrícula y de tarjetas de crédito obtenidas mediante las extorsiones cometidas a través de una red social.
Otros eran utilizados como "mulas económicas" y se encargaban de recibir el dinero negro de terceros, para posteriormente y tras una compensación económica acordada, blanquearlo y devolverlo a la organización. Además se dedicaban también al tráfico de drogas en Valencia capital, desde dos domicilios.
Además, si eran interceptados por la Guardia Civil no dudaban en arremeter contra ellos y llegaron a golpear a varios coches patrulla en Moncofa y Segorbe.
En la fase final de la operación, se realizaron de forma simultánea cuatro entradas y registros, donde la Guardia Civil se incautó de 11.000 euros; más de 70 teléfonos y tarjetas SIM utilizadas para cometer los ilícitos; tarjetas opacas (aquellas que se escapan al control físico porque no queda clara su procedencia) y tarjetas de las "mulas"; efectos de los robos cometidos en Castellón; ropa y herramientas empleadas en la comisión de los delitos.
En las viviendas utilizadas de punto de venta de drogas se encontraron además 357 gramos de cocaína, hachís y marihuana y gran cantidad de joyas y patinetes eléctricos.
Durante la fase de explotación se ha contado con el apoyo de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS) de Barcelona y Madrid y la Unida de Seguridad Ciudadana (Useci) de Valencia. Los investigadores continúan analizando los dispositivos móviles y el material informático incautado en el registro domiciliario y no se descarta la atribución de más delitos a esta organización.