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Lunes 20/05/2024
 

Andalucía

Muere un marroquí al naufragar su motora durante una persecución

Un viraje mientras entran perseguidos por la Guardia Civil hizo que cayera sobre las hélices

Un varón marroquí de 33 años de edad falleció ayer y tres personas de la misma nacionalidad resultaron heridas al caer sobre las hélices de la lancha neumática en la que navegaban y que esta siendo perseguida por una patrullera de la Guardia Civil en aguas de Granada, en una operación contra el narcotráfico.

Los hechos, según la información aportada por la Guardia Civil, comenzaron en torno a las 16,00 horas, cuando la Central Operativa de Servicios de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada tuvo conocimiento de que un remolcador que navegaba a unas 25 millas al sur de Motril avistó una embarcación semirrígida con dos o tres ocupantes, quienes al verse sorprendidos, arrojaron al mar unos paquetes de los habituales en el tráfico de hachís procedente del norte de Africa. Los ocupantes de la embarcación arrojaron al mar también una garrafa vacía de gasolina de unos 25 litros, a la vez que tomaban rumbo norte, hacia la costa de Granada.

Mientras la Central Operativa de Servicios daba aviso al Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil de Granada y a las Unidades de Delicuencia Organizada y Antidroga de las provincias limítrofes, los radares del Sistema Integral de Vigilancia (SIVE) detectaron otra embarcación "sospechosa" rumbo a la costa de Almuñécar (Granada), por lo que la Patrullera Río Aragón fue movilizada para interceptar a esta segunda embarcación.

A las 17,35 horas y a unas ocho millas náuticas de la Punta de la Mona, la patrullera pudo avistar la embarcación; una lancha neumática de seis metros de eslora, de color negro y dos motores fuera borda de 85 caballos de potencia cada uno. Los presuntos narcotraficantes emprendieron la huida con "peligrosos movimientos en zig-zag" para dificultar el seguimiento de la Río Aragón, que hacía uso de las señales acústicas y luminosas e intentaba situarse en paralelo a unos 25 o 30 nudos, a la distancia de 20 a 30 metros.

En uno de los giros, la embarcación neumática se acercó demasiado al casco de la patrullera y el patrón de esta última se vio obligado a virar hacia el lado contrario, para evitar una colisión en la parte de estribor. La pequeña embarcación, al afrontar el desplazamiento de agua que forma lateralmente una embarcación de las dimensiones de la patrullera en una maniobra de viraje, perdió el contacto con el agua y con ello su estabilidad, saltando por el aire sus ocupantes, con la mala fortuna de caer sobre la zona de los motores y las hélices de su propia embarcación.

Como consecuencia del accidente, falleció uno de los ocupantes, de nacionalidad marroquí, resultando heridos con distintas magulladuras y cortes sus tres compatriotas, que fueron evacuados al puerto de Motril, donde fueron atendidos en un primero momento por los servicios médicos de emergencia y trasladados en ambulancias hasta el Hospital de Santa Ana. Se espera que evolucionen favorablemente de unas heridas que, en principio, no hacen temer por sus vidas.

El cuerpo del fallecido, de unos 33 años de edad, quedó en el puerto de Motril a la espera de realizar los trámites legales de levantamiento del cadáver. La lancha neumática era patroneada por el herido K. H. M, al que le constan en las bases de datos policiales hasta 15 señalamientos cesados, seis delitos y seis infracciones, todo ello en relación con el tráfico de drogas y cuestiones conexas.

Según el modus operandi habitual, la lancha accidentada sería la encargada de llevar a tierra los fardos desde la primera embarcación detectada, de mayor capacidad, conocida en estos casos como "nodriza".

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