Cuando el Gobierno de Aragón distinguió a José Pedro Pérez-Llorca con motivo del 40 aniversario de la Constitución, éste, delicado de salud, pidió a Alfonso Guerra que recogiera el premio en su nombre.
La anécdota, relatada por el ex vicepresidente del Gobierno, da buena cuenta de la grandeza ética de Pérez-Llorca y del propio Alfonso Guerra, que hoy recibió en Cádiz el galardón del Colegio de Abogados que lleva el nombre del padre gaditano de la Carta Magna por su papel para que saliera adelante la norma fundamental.
El histórico dirigente socialista dedicó buena parte de su intervención al "zorro plateado", uno de los políticos más significados de la UCD, "rival duro" que, sin embargo, fue "un buen amigo". "Pérez-Llorca representa valores de "concordia y acuerdo", dijo.
Y extendió al resto de hombres que participaron en la redacción de la Constitución y otros tantos que alumbraron la Carta Magna del 78 que la Transición fuera posible.
Pero Alfonso Guerra no se quedó en el pasado. En un discurso atravesado de fina ironía y pinceladas de su bagaje intelectual, subrayó que la Constitución “ha resistido durante muchos años los embates del terrorismo, nostálgicos ellos también del totalitarismo” y contaron siempre “con el rechazo general” pero, ante “la violenta ruptura del orden constitucional perpetrada por el independentismo en Cataluña ha tenido una respuesta escasamente constitucional, carente de las exigencias de los principios democráticos".
Antes de que tomara la palabra, intervinieron el decano del Colegio de Abogados de Cádiz, Pascual Valiente; la presidenta del Colegio General de la Abogacía Española, Victoria Ortega; y Miquel Roca, otro de los padres de la Constitución y quien recibió el premio en su primera edición, quien observó que tanto él como Pérez Llorca y Alfonso Guerra nacieron en 1940. “¡Vaya cosecha!”, bromeó.
El hijo del ilustre abogado gaditano, Pedro Pérez-Llorca Zamora, también recordó, con humor, tres recuerdos familiares en los que el ex vicepresidente del Gobierno estuvo presente. En una de las anécdotas, Alfonso Guerra le llamó “pinchaúvas” tras un breve diálogo en su casa a propósito de la política y tras reconocerle el entonces niño Pérez-Llorca Zamora que “iba con el partido político al que le iba mejor”. Su padre, dijo, le explicó que lo merecía por no ser coherente… todo lo contrario al premiado, quien ha antepuesto sus propias ideas, su criterio y su dignidad a cualquier otra cosa, remachó Victoria Ortega.
La ley del solo sí es sí
Guerra, ha señalado este viernes que es preciso rectificar "inmediatamente" la ley del 'solo sí es sí' y considera que además "alguien tendrá que pagar por esta muestra de incompetencia total".
Ha opinado que cuando una ley tiene las consecuencias que está teniendo, "la primera conclusión inmediata es que ha habido una incompetencia legislativa", que la técnica legislativa ha sido "verdaderamente penosa".
Guerra, que recibe un premio en Cádiz, ha dicho a los periodistas que cuando se entrega la redacción de una ley de esa envergadura "a personas que no tienen competencias para hacerlo, lo normal es que suceda lo que está sucediendo".
Ha considerado "un poco extraño" que todavía no se haya producido "un gesto dimisión colectiva" por parte del equipo redactor de la ley.
Ha advertido de que si uno de los "liberados" por la ley comete un delito sexual "sería realmente espantoso".
Por otra parte, sobre la cumbre entre el presidente español, Pedro Sánchez, y el francés, Emmanuel Macron, ha manifestado que le parece "realmente increíble" que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, estuviera "llorando por las esquinas" para que le dieran "un trocito" en una mesa para saludar a Macron cuando no quiere hacerlo con Sánchez, lo que ve "el absurdo llevado al límite".
Ha ironizado con que estaba el presidente de la Generalitat intentando que le dieran ese "hueco" junto a Macron y "su jefe" en la calle "protestando por eso".