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La izquierda no termina de confluir de cara a las municipales

IU parece cada vez más decidida a acudir a la convocatoria en solitario, pero sigue sin cerrar la puerta a alianzas con Ganemos y Podemos

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  • Kika González, Ángel Cardiel y Raúl Ruiz-Berdejo. -

Las formaciones políticas de izquierdas no terminan de cerrar un acuerdo de cara a las próximas elecciones municipales del 28 de mayo, para las que restan ya menos de cuatro meses.

El tiempo sigue corriendo y aunque nadie cierra la puerta a la posibilidad de concurrir a los comicios bajo una misma papeleta, a día de hoy todo parece indicar que IU no repetirá la experiencia de Adelante Jerez, que no ha resultado todo lo satisfactoria que cabía esperar para sus intereses.

La formación que encabeza Raúl Ruiz-Berdejo ha mantenido contactos fallidos con Podemos y ahora parece más centrada en tratar de alcanzar un acuerdo con Ganemos.

En el supuesto de que se lograra ese primer objetivo, sí entraría en el terreno de lo posible que Podemos se sumara a esa confluencia.

Sin embargo, en IU defienden que su papel en cualquier tipo de alianza debe ser preponderante, entre otras cosas porque aporta más recorrido político y presencia en la ciudad que las otras formaciones que pudieran sumarse a la confluencia.

Se defiende de algún modo que no todas las siglas aportarían lo mismo y de ahí que no se vea con buenos ojos un acuerdo “de igual a igual” con el resto de formaciones.

Además, en IU han venido trabajando para cerrar sus confluencias “con la gente de la calle”, más que con los partidos políticos.

De hecho, esa labor les garantiza ya el respaldo electoral de comités de empresa y organizaciones sociales, con independencia de que concurran a las elecciones en solitario o acompañados de otras formaciones.

Por otra parte, la militancia tiene claro que “no se puede estar mareando la perdiz” hasta que se agote el plazo para la presentación de las candidaturas.

En convocatorias anteriores, IU aceptó un papel secundario ante el empuje que mostraban otras siglas, pero ahora se da por hecho que el escenario ha cambiado.

La negociación sigue en pie, pero parece difícil que pueda fructificar salvo giro de las conversaciones. 

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