La Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente de este próximo miércoles 1 de marzo va a aprobar la adjudicación del contrato de suministro e instalación de rejas perimetrales a las columnas de la Alameda, que recuperarán así el cerramiento original del siglo XIX. Así lo han confirmado fuentes del Ayuntamiento de Sevilla, que especifican a Europa Press que este contrato se va a adjudicar a la empresa Thicorca Herrería y Construcción S.L. por 55.851 euros (IVA incluido).
Las dos parejas de columnas que flanquean el paseo de la Alameda de Hércules en sus extremos sur y norte respectivamente contaron hasta 2007 con un cerramiento de rejas. Fueron retiradas en aquellas fechas con motivo de las obras de remodelación de este espacio que el Ayuntamiento de Sevilla realizó y que supuso la "transformación y reconfiguración" de este bulevar. Ahora, la Gerencia de Urbanismo va a volver a instalar rejas en las columnas.
El motivo esgrimido por el Ayuntamiento es el de proteger estos "singulares elementos" de "factores que inciden enormemente en su conservación". En concreto, el Ayuntamiento pretende evitar que las columnas --construidas en 1578 las del sur y en 1764 las del norte-- "sigan siendo objeto de actos vandálicos" y sufran la "acción corrosiva" de la orina de los perros, que "afecta gravemente sobre todo a los pedestales".
La Gerencia de Urbanismo recuperará pues la imagen que les dio el cerramiento desde que se instaló en el caso de las columnas sur --las que representan a Hércules y Julio César-- en 1876, y en las del norte --las de los leones-- en 1886. Las nuevas rejas que se coloquen serán "idénticas" en su aspecto a las instaladas entonces, si bien "respetando la normativa vigente en materia de seguridad". Estas rejas se realizarán con materiales actuales y respondiendo a las condiciones y necesidades de ahora. De este modo, tanto los pilares como los barrotes serán de acero y los elementos decorativos de fundición.
Cada una de las verjas que rodeará a las columnas estará formada por cuatro paños de 2,07 metros de altura por 3,05 metros de ancho, unidos por pilares tubulares de acero. Éstos estarán compuestos por barrotes de acero redondos y macizos de 22 milímetros de diámetro, terminados en punta de lanza con acabado romo y con elementos decorativos de fundición en sus extremos. La separación entre barrotes no será mayor de diez centímetros "según exigencia de la normativa".
Para el acceso al espacio interior, se construirá una puerta en uno de los paños. También se tratarán específicamente los elementos metálicos para evitar su oxidación. Para impedir que los perros accedan a la base de las columnas, se reforzará la parte inferior de la reja, añadiendo un barrote intermedio de acero macizo en una altura de 52 centímetros, que se intercalará con los barrotes de mayor tamaño.