El municipio de Frailes, en la Sierra Sur de Jaén, acoge la primera experiencia de 'cohousing' rural gestionada por una cooperativa y lo hace en el antiguo balneario del pueblo.
El ‘cohousing’ o vivienda colaborativa es una modalidad residencial en la que se comparten espacios como la cocina o áreas de descanso entre los usuarios del residencial, aunque cada uno posee su espacio o vivienda privada.
El de Frailes es un complejo de viviendas levantado en el solar del antiguo balneario del pueblo (que quedó destruido en la Guerra Civil) y adaptando la estructura de un hotel de lujo que se llegó a proyectar aunque nunca llegó a ver la luz.
Patricia Moya, directora del complejo residencial de Frailes, asegura que la filosofía de este proyecto “no es otra que trasladar a los entornos rurales un fenómeno que tiene un origen urbano y, al mismo tiempo, hacerlo motor de cambio económico y social”.
En el caso de Frailes ha sido Hábitat Colaborativo la cooperativa que ha recibido la adjudicación por 40 años para la gestión de este proyecto residencial.
Se trata de una experiencia muy extendida en los países nórdicos pero que en España no se implantó hasta el año 2001, y casi siempre teniendo como principales destinatarios a los "urbanitas".
Y también una experiencia de alojamientos donde, según Patricia Moya, “las normas de convivencia las ponen los propios residentes y el modelo de gobernanza es democrático”.
A su juicio, “lo que se busca es alcanzar una jubilación plena, con un envejecimiento activo y donde ellos sean los protagonistas”.
El cohousing ‘El Balneario de Frailes’ cuenta con 90 plazas de alojamiento repartidas entre apartamentos dobles, individuales y apartahoteles. De momento, cuenta con 16 usuarios.
Los residentes pagan algo menos de 700 euros al mes y tienen cubiertos todos los servicios básicos, desde la manutención, la limpieza y todas las actividades lúdicas.
“Hay una convivencia excelente, tienes libertad total y no hay tiempo para aburrirse con tantas actividades ofertadas, desde el huerto ecológico a las clases de yoga o baile”, asegura Miguel Garrido, que fue el primer usuario de este complejo
El 'cohousing' de Frailes está financiado por una cooperativa de la que forman parte 89 socios, entre los propios residentes y los que lo serán en un futuro cercano.
“Es un modelo residencial innovador en el que hemos puesto mucha ilusión y que tiene un fuerte componente social en Frailes y en toda la comarca”, subraya Custodio López, presidente de la cooperativa.
En su opinión, la filosofía que inspira a este proyecto guarda relación con los llamados bancos del tiempo, una iniciativa de colaboración mutua de intercambio de habilidades y conocimientos para crear una alternativa económica y social.
Otro de los socios, Santiago Campos, también se muestra ilusionado sobre la viabilidad del proyecto. En mayo va a inaugurar en la propia residencia una exposición de fotografías sobre la historia de Frailes en el último medio siglo.
Además, la cooperativa ultima un acuerdo con una empresa para la gestión de un spa que evocará al balneario que tanta fama dio a Frailes en el primer tercio del siglo XX. También se piensa en habilitar una planta para el alquiler turístico como apartahoteles.
Por su parte, Encarnación Castro, alcaldesa de Frailes, está convencida de que “es una fórmula eficaz en la lucha contra la despoblación de las zonas rurales y también va a servir para atraer más visitantes”.
El ‘cohousing’ es también una fórmula ideal para hacer frente a ese enemigo silencioso como es la soledad no deseada.
Y es que España ha rebasado ya el umbral de los dos millones de personas mayores de 65 años que viven solas, y las proyecciones de población apuntan a que este colectivo no bajará del 28 % del total de habitantes en 2040.
Desde la cooperativa Hábitat Colaborativo se preparan proyectos similares al de Frailes en Granada, Bujalance (Córdoba) y Robregordo (Madrid).