El emocionante reencuentro con Natalie Merchant

Natalie Merchant llevaba siete años sin publicar un solo disco. Durante ese tiempo se ha dedicado, entre otras cosas, a criar a su hija pequeña y, como no podía ser de otra forma, se ha convertido en su fuente de inspiración a la hora de preparar el nuevo álbum, que lleva por título 'Leave your sleep' y que está integrado por poemas de autores británicos y norteamericanos de los siglos XIX y XX que ella misma se ha encargado de musicalizar mediante estilos muy delicados, complejos y distantes entre sí. El resultado es más que brillante y supone el reencuentro con una de las voces personales e imprescindibles del panorama musical norteamericano de los últimos 25 años.

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La primera vez que escuché su voz fue en 1988, al frente de 10.000 Maniacs, con el disco 'Blind´s man zoo', desde el que hice el camino a la inversa para descubrir otras de sus joyas previas, como 'In my tribe', que me pasó un estudiante norteamericano que conocí en Sevilla. Desde un principio, los retratos de Natalie desbordan una enorme personalidad, y al mismo tiempo cierta pose poética, a medio camino del desencanto. Su rostro apenas ha cambiado en todos estos años, y me sigue recordando en cierto sentido a Barbara Hershey, una actriz americana a la que el reconocimiento le llegó un poco tarde, casi por aquella misma época, con 'Hannah y sus hermanas' y 'La última tentación de Cristo'.

En 1996, un año después de su separación de 10.000 Maniacs, tuve la oportunidad de verla en directo y después de tantos años sigue siendo uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida. No he visto a nadie derrochar energía de tal forma teniendo en cuenta la sensibilidad del repertorio con el que cuenta. Y precisamente, 'Leave your sleep' es un paso adelante dentro de la configuración de su obra, sobre todo desde el plano de la musicalización de cada una de las piezas.

Su próximo proyecto pasa por España, ya que tiene previsto trasladarse a vivir varias semanas a un convento carmelita de Granada para practicar su español, escuchar cantos religiosos e inspirarse en la poesía mística española. Hasta que llegue ese momento podremos seguir disfrutando de este espléndido álbum, que cuenta con piezas magistrales como The man in the wilderness.