La deuda de las empresas y de los hogares españoles se situó en 1,6 billones de euros a cierre de 2022, el 1,3 % menos que el año anterior, pero un 3,1 % por encima del nivel registrado a finales de 2019, antes de que comenzara la pandemia, según señala este miércoles el Banco de España.
En términos del PIB, este ratio modera el endeudamiento hasta el 125,1 %, por debajo del 139,4 % que se alcanzaba en diciembre de 2021 y del 129,3 % de 2019.
En concreto, la deuda consolidada de las sociedades no financieras se redujo a 957.600 millones de euros desde los 978.100 millones que sumaba en diciembre de 2021, lo que, en términos del PIB, supone un endeudamiento del 72,2 % frente al 81 % de un año antes.
Si se incluye en este cálculo la deuda entre empresas, la ratio en 2022 sería del 93,4 %, también más baja que el 104,5 % registrado en 2021.
Asimismo, la deuda de los hogares e instituciones sin ánimo de lucro (ISFLSH) se redujo ligeramente de 704.200 millones en diciembre de 2021 a 702.000 millones de euros, lo que supuso un ratio sobre el PIB del 53 %, frente al 58,4 % del último trimestre del año anterior.
Los activos financieros de los hogares -dinero en efectivo, valores, depósitos y acciones- sumaron en total 2,7 billones de euros, una cifra muy similar a la de un año antes, explica el Banco de España.
En 2022 se produjo una revalorización negativa de 46.300 millones de euros, que compensó la adquisición neta de activos financieros por importe de 45.000 millones, que se centró en depósitos y en participaciones en el capital.
Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se mantuvo en efectivo y depósitos (el 40 % del total), seguido de participaciones en el capital (31 %); participaciones en fondos de inversión (14 %) y seguros y fondos de pensiones (12 %).
El componente efectivo y depósitos fue el que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (en 1,6 puntos porcentuales) con respecto a un año antes, mientras que el peso de los seguros y fondos de pensiones fue el que más cayó (-2 puntos), lastrado por su revalorización negativa.
De esta forma, la riqueza financiera neta de los hogares e ISFLSH, que se obtiene deduciendo sus deudas de sus ahorros, se redujo ligeramente el año pasado, un 0,2 % y quedó situada en 1,95 billones de euros.