El título es más bien aplicable a la prensa y a los medios de información en general y, lo que es peor y hasta reprobable, que están saliendo a flote tópicos y argumentos a falta de afrontar -se las veían venir- una situación tan crítica y peligrosa, se podría decir que por la sequía y todo lo que este fenómeno conlleva. La situación es grave desde que la política tomó las riendas de Doñana -no, no es totalmente lógico- y, porque, además y para más inri, hay tres poderes como Europa, España y Andalucía, cuando debería ser al contrario por regla general, porque según leo hay quienes argumentan que “no se puede echar a la gente de Doñana; hay que convivir”.
El famoso dicho de que siempre hay un tercero en discordia lo tenemos aquí, en Doñana, que ha pasado de ser un lugar legendario y de pura naturaleza a un emporio de riquezas mal clasificadas y por supuesto, mal avenidas. ¿Por qué no parece en escena la FAO u Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura? Yo incitaría a analizar el por qué de esta cita, ya que fue precisamente la FAO la que nos sorprendió hace más de medio siglo certificando el descubrimiento de una “inmensa, gigantesca, colosal, bolsa de agua subterránea” donde ahora mismo se centran todos los puntos discordantes y/o más o menos interesados en tomar las riendas de esta indudable joya de la naturaleza. Pero… ¿Qué supuso su declaración como de Alto Interés Nacional?
Sí, nadie puede poner en duda que nos encontramos con un tesoro biológico ¿de Europa? Sí, dentro del continente europeo, pero en España, donde muchos todavía no saben donde está Huelva y sí El Rocío y que Colón descubrió América. Leo que hay que proteger este espacio sin excusa alguna, “pero -sigo leyendo- el PSOE ha hecho la vista gorda durante casi 40 años ante el problema de los cultivos”. De ahí -sigo con la lectura- no se puede echar a la gente de Doñana; hay que convivir”. Además, para los que siguen teniendo dudas, por ejemplo, “la propuesta de la Junta de Andalucía pretende trasvasar agua en superficie -ojo al dato- desde los ríos Tinto, Odiel y Piedras precisamente para acabar con el uso del acuífero protegido sin dañar la economía local”.
Yo no soy experto pero sí tengo la experiencia de que Doñana solo ha interesado desde sus orígenes a Almonte y a Huelva. Lo del Parque Nacional vino después -hace medio siglo- y ahora todo se centra en hacer de Doñana un elemento de discordia, al margen de la zona y poner árbitros en Europa que a lo mejor –insisto- ni siquiera conocen o tampoco saben donde está Doñana. A todo esto que me parece estupendo que nos encontramos o tenemos un tesoro medioambiental único en el mundo… y que alberga 54.252 hectáreas protegidas, lo que permite trazar un mapa de biodiversidad sin parangón. Así, como suena. Y, ante todo, pura naturaleza. Lo demás es hacer demagogia con Doñana. Las cosas así, pero ¿quién manda realmente en Doñana?
A Bruselas nos la presentan como el coco que pone multas millonarias y eso asusta al personal. Sin embargo me asusta que uno de los mandamases de turno diga que Doñana no es un cortijo. Sí es un gran problema, la verdad por delante, pero si se agarran a lo del cortijo, la cuestión es quién tiene la llave del cortijo. Sí, en el Palacio de las Marismillas no parecen tener problemas de agua… “Doñana no se toca -sigo leyendo- salvo para pasar las vacaciones”. ¿Saben en Europa -aparte de poner multas y tratar de mandar como si aquello fuera suyo- que a lo mejor aparece en escena la FAO y, por lógica, decide poner orden por aquello de la agricultura y la alimentación que tiene encomendado? Sí, ¡ojo al dato y menos demagogia! ¡Agua, agua, agua!…