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Valencia

Piden 25 años para el acusado de asesinar a su novia "con un ensañamiento de libro"

La defensa alega trastorno mental transitorio y niega planificación del crimen: "Estaba fuera de sí"

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  • Un acusado se enfrente a 25 años de cárcel. -

El ministerio fiscal solicita 25 años de cárcel para Alberto L.H por el asesinato "deleznable" de su novia Cristina, con la que salía desde hace tres meses, cometido en diciembre de 2021 en València y, según sostiene la Fiscalía, con "un ensañamiento de libro" ya que le causó a la víctima, de 30 años, más de 60 heridas. La acusación particular solicita la misma pena, pero con la agravante de género.

Por su parte, el abogado del acusado ha admitido en el juicio, que se celebra desde este lunes con jurado popular en la Audiencia de Valencia, que su defendido matóa su novia por "un trastorno mental transitorio" ya que tenía "la paranoia" de que le iba a dejar, pero ha negado premeditación: "Estaba fuera de sí, fue todo espontáneo, un brote". Por ello, pide 10 años de cárcel por asesinato con las atenuantes de obcecación y confesión.

El acusado, que se ha sentado junto a su letrado al ser abogado además de profesor universitario, declarará en último lugar y mientras han leído los cargos contra él miraba hacia abajo. Los hechos sucedieron, según el relato provisional de Fiscalía, en el 3 de diciembre de 2021 sobre las 3.00 horas en el piso de él, ubicado en la calle Conde Altea de València, en el que ella pernoctaba ocasionalmente. Esa noche ella se había tomado un tranquilizante porque tenía problemas de ansiedad desde que falleció su padre.

Sobre las 3.00 horas el procesado comenzó a pensar en cómo acabar con la vida de Cristina, un pensamiento "recurrente" que tenía porque creía que le iba a dejar por no ser él "demasiado bueno" para ella. Entonces, con "una total sangre fría" cogió de la terraza una piedra de grandes dimensiones y golpeó con fuerza en la cabeza y en la cara en varias ocasiones a su novia, que estaba dormida y no pudo defenderse.

A continuación y con la mujer inconsciente a consecuencia de los golpes, fue a la cocina y cogió un cuchillo y unas tijeras y empezó a acuchillarla. Además, para asegurar su muerte cogió un cinturón de un batín alrededor del cuello y apretó. La víctima murió por la hemorragia que le provocaron las heridas y por asfixia.

El acusado después de comprobar que su pareja estaba muerta, se duchó, se puso un pantalón de pijama y se dirigió a la terraza interior desde donde cayó por el patio de luces 'aterrizando' en un tejado de uralita del almacén de un restaurante que había abajo.
El acusado hizo creer a los agentes que había entrado para robar.

La hermana de Cristina, al no tener noticias de ella, denunció el día 4 su desaparición en Madrid y se geolocalizó el terminal en la casa del acusado. Sobre las 9.30 horas se desplazaron el padre y el hermano del acusado y la madre y un primo de ella y, al entrar, encontraron en el dormitorio gran cantidad de sangre diseminada por toda la estancia y el cuerpo de Cristina, por lo que avisaron a la Policía.

El abogado defensor ha expuesto que el acusado, cuando tomó conciencia de lo que había hecho, se lanzó al vacío para tratar de suicidarse y que ahora está muy arrepentido y "solo quiere justicia". Así, ha señalado que no puede pedir la absolución porque "nadie niega" que este crimen sea un asesinato, pero ha rechazado la agravante de género y que existiera una planificación anterior ni ensañamiento.

"Estaba fuera de sí y atacó a Cristina con varios golpes en la cabeza y a continuación cogió cuchillas, tres cuchillos y tijeras para seguir agrediéndole en su ceguera más allá de la muerte, pero ella ya estaba inconsciente, no quería causarle más dolor", ha afirmado. Del mismo modo, ha asegurado que "no había un móvil racional que permita entender cómo en cinco minutos cometió un crimen tan atroz" y ha insistido en que lo realizó por "una idea obsesiva" que le hizo "explotar".

En esta línea, ha pedido al jurado que actúe con "lógica y sentido común" porque "no hubo preparación ni en el crimen ni en la huida": "Si hubiera querido huir habría salido por la puerta y vestido y no por el balcón y en pijama y tampoco modificó la escena del crimen, ni limpió la sangre, ni escondió el cuerpo".

"No hay premeditación, una cosa es que tenga ideas homicidas y otra que planeara el crimen: fue todo espontáneo porque tenía anomalías psíquicas", ha insistido. Asimismo, ha asegurado que ha colaborado "desde el primer momento para que se sepa la verdad" pero que hasta que salió de la UCI no pudo declarar.

Por contra, Fiscalía ha señalado que cuando cometió los hechos no se encontraba bajo los efectos del alcohol o las drogas y que tampoco presenta una patología mental activa, por lo que cuando cometió el asesinato con "alevosía y ensañamiento, tenía capacidad de conocer y de obras con conocimiento" y que "puso todos los medios para asegurarse" de que la había matado.

Del mismo modo, la acusación particular ha añadido que "mató a Cristina porque la quería matar, no fue un accidente ni algo causal" y que "aumentó deliberadamente y de forma innecesaria el sufrimiento" con los fuertes golpes y cuchilladas que le propinó, que incluso le causaron lesiones en el pulmón.

Además, pide la agravante de género porque afirma que Alberto "la cosificó, percibió que ella no estaba enamorada y se iba agobiando por su actitud obsesiva y el control a la que le sometía y en un desprecio a la libre determinación para decidir con quién queremos compartir la vida", la asesinó. Ha rechazado que se le puede aplicar las atenuantes de obcecación --porque Alberto no estaba en tratamiento y no se puede premiar la ira ni la cólera-- ni de confesión porque "aún no ha declarado".

"NO ESTABA ENAMORADA, ESTABA AGOBIADA"

La hermana de Cristina ha relatado que al principio de la relación estaba "contenta" y la trataba "bien", pero que empezó a "agobiarse" porque no estaba enamorada de él y Alberto ya hablaba incluso de matrimonio y que una día le pilló mirándole el móvil. Incluso él se enteró de que en la inmobiliaria de ella había una vacante y quería trabajar allí. Su hermana tomaba medicación porque le generaba mucha ansiedad tener que explicarle que "necesita tiempo y espacio" y "no quería estar las 24 horas con él". "Mi hermana era súper inteligente, simpática, dulce, nadie se merece esto", ha señalado.

La asistenta que trabaja en la casa de Cristina ha confirmado que estaba "muy agobiada", que le dijo que no estaba enamorada y que quería darse "un tiempo". Por su parte, el primo de Cristina ha señalado que al entrar y descubrir el cadáver preguntó al padre de Alberto si estaba en tratamiento y le respondió que estaba "perfectamente" y le pidió disculpas por lo sucedido.

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