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Campo de Gibraltar

De Justo y Galván abren la puerta grande en la segunda jornada de toros en Algeciras

Dos y tres orejas cortaron los matadores de toros en la plaza de Las Palomas

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David Galván, por la puerta grande de Algeciras.

Emilio de Justo, por la puerta grande de Algeciras.

Los diestros Emilio de Justo, con dos orejas, y David Galván, con tres, salieron este viernes a hombros en el segundo festejo de la Feria Real de Algeciras (Cádiz), una corrida concurso en la que el toro Toledano de Salvador Domecq fue reconocido como el más bravo.

El primero de Juan Pedro ya dobló las manos en los primeros lances que le propuso Morante. Entró tres veces al caballo de lejos pero protestando y sin fijeza. Se salió a la raya del tercio muy torero el sevillano con muletazos por alto para no someter al blando toro de Juan Pedro. A partir de ahí, vinieron una serie de naturales con la mano alta. Deslucido el toro y pocas opciones para la hondura. Una faena que no pudo tomar vuelos. Media estocada y dos descabellos.

El cuarto era girón de pelo y llevaba el hierro de El Torero. Recargó en el peto pero sólo lo dejaron ir dos veces. Morante no le tocó las teclas al toro si es que las tenia. Se le vio incómodo en una faena que comenzó en los tendidos de sombra y finiquitó en la parte opuesta. Faena sin guión. De no estar a gusto. Otra media estocada.


Emilio de Justo lidió en primer lugar a un colorado de Jandilla, altote y largo. Lo recibió a la verónica rematando en la boca de riego con la media. Entró dos veces al caballo sin pelear. De Justo le propinó un quite por chicuelinas muy aplaudidas y tras las banderillas, donde apretó mucho para los adentros, el extremeño se abrió hasta los medios con bellos muletazos por bajo y trincherazos.

La belleza continuó en los redondos cargados de estética, desmayándose en cada embroque. Una faena que tuvo series con la derecha hasta que el de Jandilla se rajó cuando el torero la tomó con la izquierda. El toro fue el clásico ‘mansito’ que embiste. Media estocada que agarra y oreja.

El quinto llevaba el hierro de Salvador Domecq. Precioso fueron los galleos de De Justo para llevarlo al jaco, donde fue dos veces al con alegría y empujando. Pero el palco cambió el tercio incomprensiblemente. Tendría ganas de abreviar el usía.

Brindó a Galván el torero de Extremadura y se lo llevó casi a los medios para arrancar con derechazos sin querer atacarle demasiado. Consintiéndole porque el toro daba un tornillazo cuando se le bajaba la mano. Tuvo que echar mano de la técnica y de andarle en las cercanías. Estuvo por encima del burel. Lastima del bajonazo que le propinó. No obstante sirvió para cortar una oreja.

A Galván le tocó un toro de Torrestrella que era el tercero. Bien presentado. Hondo y amplio. Empujó en el caballo yendo hasta tres veces, aunque pensándoselo mucho. Galopó en banderillas y el gaditano arrancó al hilo de las tablas por alto. Se lo llevó a los medios pero el toro sacó cierta tendencia a las tablas e iba con la cara a media altura. Muy deslucido. Poco pudo hacer David Galván. Solo voluntad. Media tendida y dobla y oreja.

El último de la tarde fue un castaño de Lagunajanda al que recibió con verónicas emocionantes. En el caballo apenas se le vio. Fue al relance en el primer encuentro y de largo y con clase en el segundo. Galván pidió el cambio y no se le pudo ver en un tercer encuentro.

Quizá olvido que estaba en una corrida concurso. En la faena de muleta el toro se quedó muy rebrincado e iba con la cara a media altura. Galván estuvo muy firme a pesar del molesto rebrinqueo. Muy templado y aseado. Finalmente hubo circulares invertidos para calentar los tendidos. Lo mató de un buen estoconazo. Dos orejas.

FICHA DEL FESTEJO.- Corrida concurso de ganaderías de encaste Domecq. Lidiados en el siguiente orden: Juan Pedro Domecq, descastado y deslucido; Jandilla, manso que embiste; Torrestrella, deslucido y con peligro sordo; El Torero, bravo en el caballo e inédito en la muleta; Salvador Domecq, sin fondo; y Lagunajanda, rebrincado y deslucido.

Morante de la Puebla, de verde manzana y azabache: ovación con saludos y silencio.

Emilio de Justo, de nazareno y oro: oreja tras aviso y oreja.

David Galvan, de blanco y plata: oreja y dos orejas.

En cuadrillas, saludó en el segundo Manuel A. Gómez, en el tercero Juan Rojas y David Pacheco, y José Luis López ‘Lipi’ en el sexto.

La plaza registró algo más de media plaza en tarde de levante. 

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