El Real Jaén sólo pudo saborear la Copa con un par de sorbos. Le sacó al partido eso que se necesitaba, pero el arbitraje y los errores en el lateral izquierdo otra vez dejaron a los jiennenses con la miel en los labios. Un partido dignísimo de los jiennenses, que volvieron a quedarse en el como siempre.
La verdad es que el Real Jaén saltó a su terreno de juego con ánimo de controlar las fases del juego. Es como cuando un torero mide los espacios. Se puso con el capote a mirar de cerca a un rival de Segunda División al que le midió el espacio y le dio el sitio para que los blancos se pudieran situar en el campo. El Eldense, consciente de que tenía que poner sobre el césped su condición de equipo de mayor categoría asumió un control estéril. Sin mucha profundidad, salvo por el costado izquierdo, donde llegaba con mucha comodidad ante los nervios del lateral zurdo del equipo local. Era mirarse y estudiarse, porque los disparos a puerta no llegaban, aunque sí las faltas. Sobretodo las que recibía el equipo de Emilio Fajardo y que no señalaba el colegiado de la contienda, que debía creer que los jiennenses eran de hierro forjado ante las patadas visitantes.
El caso es que el Real Jaén se puso en plan maestro. Como cuando se pone en la mano derecha la muleta. Y ahí, esa metáfora, tiene los nombres de Adri Paz y Mario Martos, que destilaron en una jugada junto a Cancelo un auténtico delirio en la grada por cómo bailaron al Eldense y cómo le puso la rúbrica Brian Triviño, que estaba en su sitio para revolverse y hacer el 1-0. La grada, con unos 5.000 espectadores se frotaba los ojos, porque fue entonces cuando el corazón comenzó a latir ante el preciosismo que estaba poniendo el Real Jaén. Pero no solo en ataque, sino bajo palos con un Javi Sánchez en plan santo, salvando a los suyos en el 32 y dos minutos después en un mano a mano con Adone. Un portero de esos que es de otra categoría salvó a los suyos demostrando esas cualidades que tiene.
Pero el pulso se aceleraba y el Eldense continuaba haciendo mucho daño por la izquierda, pero Zipi y Zape (Adri Paz y Mario Martos) volvieron a crear ocasiones de esas que te levantan del asiento. No le importaba al Real Jaén el carril que tenía el Eldense para progresar por el costado izquierdo porque los jiennenses iban ya con una marcha más. Mario Martos tuvo una muy clara en el 42 que pudo hacer estallar a la sufrida afición blanca. Adri Paz, dos minutos después disparó dentro del área y, cuando se cantaba el gol, Aceves la sacaba a córner con su pie izquierdo en una milagrosa parada. Un milagro que no pudo volver a obrar Javi Sánchez cuando en un balón que perdió en la banda David León provocó un centro al área donde libre de marca anotó Marí entrando por el único espacio que estaba sellado. Ni Javi Moyano, ni Cancelo vieron cómo se incrustó el jugador del Eldense para tocar la mente del Real Jaén al irse al descanso pero con las espadas aún en todo lo alto.
La reanudación puso en escena a un Eldense que ya sabía que el Real Jaén tenía un plan similar al de la primera parte y los alicantinos trataron de buscar la inercia que le había dado el gol del empate y que le cortó el pitido para señalar el descanso. Javi Sánchez volvió a mostrar su seguridad a los dos minutos, mientras que Adri y Mario Martos volvieron a inventar una jugada que tras pase al hueco de Brian Triviño no llegó el once del Real Jaén. Mientras tanto seguía el rosario de faltas no señaladas a los locales con un arbitraje parcial en muchos momentos a favor de los alicantinos, brutalmente beneficiados por las decisiones del trencilla, que hasta pitó una falta en ataque de los blancos cuando pillaron en una contra a los alicantinos propiciada por un genial pase de Javi Sánchez.
Y en eso estaba el Real Jaén, empeñado en que la magia de dos jugadores siguiera mezclando. El cambio de Diego García por Joseliyo situó a Mario Martos más centrado en el ataque blanco y ahí es donde hace daño el jiennense que de cabeza puso por delante al Real Jaén en un remate limpio, excepcional y de esos que hacen saltar los corazones de los lagartos. Magistral.
Desde el tanto de una de las estrellas jiennenses el partido entró en un combate por el balón, con un Real Jaén muy solvente atrás, con mucha disciplina y solidaridad. Pero le faltaba oxígeno a los locales que seguían recibiendo patadas de lo lindo ante la desesperación por ir atrás en el marcador del Eldense. Mario no pudo más y saltó al campo con 15 minutos por delante Gonzalo Guzmán. También Iván Aguilar para seguir en la presión arriba y molestar a los defensas rivales en la salida de la pelota.
Por si no lo había demostrado ya sobradamente, Javi Sánchez desvió en el 80 otra clara del Eldense ante un Real Jaén que estaba literalmente pidiendo aire. Juanjo Ortuño la tuvo después, pero el meta blanco pareció que la desvió hasta con la vista a nueve del final. Tuvo otra Joseliyo tras una internada de Guzmán, mientras el tiempo pasaba y el corazón resistía lo suyo. Los blancos casi fundidos por el exigente esfuerzo hicieron una falta en la línea de tres cuartos que volvió a salvar Javi Sánchez y después Pablo de Castro bajo los palos. El retraso en los cambios que necesitaba el Real Jaén hizo que el Eldense pegara un zapatazo y Poloni llevara la igualada. El santo no puede estar siempre. Tampoco cuando su lateral izquierdo seguía fallando lo indecible y hacía un claro penalti en el minuto 89. Y ahí se le volcó la copa derramando lágrimas en un Real Jaén que no mereció una derrota así.
