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Jaén

Día de siesta en La Victoria

Los jiennenses salvan un punto en un partido sin el poderío que se le exige a un equipo aspirante al ascenso

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  • Brian Triviño salvó un punto para el Real Jaén -

Andaba Jaén pensando en el frio que se ha instalado ya en nuestras vidas para este último mes de 2023. Pero también sopesando bajar a La Victoria para ver un partido a una hora en la que la comida se atragantaba y la siesta no existía para los valientes que agarraron el coche o el bus para ver a los suyos. Un partido a una hora que es más de sobremesa, de estar haciendo la digestión que otra cosa por si se pudiera cortar. Y eso parece que fue lo que sucedió, que el almuerzo se le cortó a la afición, a los jugadores y a todos los que prefirieron ver el partido por 7TV Jaén.

Y es que el tema del sesteo no es cualquier cosa. Cuando te atrapa es difícil dar pie con bola. El Real Jaén se sintió invadido por esa sensación después de querer resolver el partido en los diez primeros minutos donde la falta de puntería de su delantero titular, Brian Triviño, fue de lo más destacado. Un disparo al larguero y un mano a mano que no supo concretar dejó a los blancos después con cara de sueño, con ganas de siesta y que no lo despertaran. Lo que pasa es que el partido no se le puso de cara pronto y fue a partir de ahí cuando los más jóvenes del Almería B comenzaron a despertar ante lo espeso del juego local.  Solo algunas ocasiones a ráfagas permitían poner la emoción de los blancos, pero el filial de Lasarte se quedó con el balón, con el dominio de un partido donde la torta parecía evidente. Tanto que la pasividad defensiva le costó el 0-1 tras el tanto de Marcos Peña.

A partir de ahí las ráfagas locales eran una constante pero el dominio visitante era total. Dominio abrumador que atrás le hacía estar estable y que arriba se encontraba con uno Javi Sánchez muy despierto que atajaba el peligro visitante. Pero también lo estaba Bruno con una parada preciosa a disparo de Óscar Lozano que dejaba patente que el partido estaba del lado almeriense y que no quería dejarlo escapar antes del descanso.

La reanudación comenzó como la primera parte, con disparo al palo y con dos sustos que dio el Real Jaén. Es como cuando te quedas dormido en el sofá y te vienen a avisar para que te metas en la cama y no echar la noche en una superficie tan incómoda. Pero estas metáforas se asemejaban con los espejismos del desierto, donde estaba desesperado y sediento un Real Jaén que ya tenía la pelota un poco más porque el Almería se defendía con más intención. Esperó a frenar la puesta en escena de los blancos, que era como si se despertaran enfadados y se hacía por momentos con el balón pero sin la frescura necesaria para generar jugadas de gol claras con las que resolver el partido y poder dormir con tranquilidad. O no, porque la pesadilla de tener al Torremolinos a 13 puntos tras 13 jornadas, salir de nuevo de los puestos de play off y de ver al Torre del Mar a cinco puntos provocaba una ansiedad e imprecisión constante en el Real Jaén, que a balón parado si era más molesto para el Almería B.

Los cambios de Fajardo tampoco tuvieron el efecto de revitalizador a modo de carbohidratos para un maratoniano. Estaba más la cosa por un alprazolán cuando Brian Triviño la cazó dentro del área para poner un empate que el Real Jaén no merecía por juego, ni por ocasiones, pero  el fútbol es así de caprichoso. Pero la pastilla sí que se la tuvo que tomar el Real Jaén cuando Diego García vio la cartulina roja al meterse en una tángana que dejó a los suyos con uno menos pese al empate que endulzaba ese sesteo del que los blancos se habían levantado pero que con uno menos caminaban sonámbulos muchas veces. Con jugadas que le caían de milagro y en eso de los milagros, el de siempre, Javi Sánchez que evitó un nuevo drama con un paradón salvador en los últimos momentos para salvar un punto. Y lo hizo luego después en otro remate justo antes de que el partido y la siesta terminaran hasta pidiendo un posible penalti que hubiera cambiado el sueño a los almerienses. Al final ni se descansó ni se pudo poner en marcha un equipo que estuvo somnoliento.

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