FC Barcelona y Jaén Paraíso Interior FS buscaban un hueco en la final de la Supercopa de España, en la que ya esperaba Jimbee Cartagena que derrotó a Palma Futsal en la primera semifinal. El segundo duelo de este final a cuatro tendría que esperar hasta las 18:15 horas, aunque desde unas horas antes ya se vivía un ambiente de grandes citas en los aledaños al Olivo Arena. Con todo recibió la marea amarilla a sus jugadores, los cuales regalarían un partido casi impesable a su afición.
Vibrante fue el inicio de este choque, intensidad que se mantuvo durante los 40 minutos reglamentarios de partido, en el que los dos equipos regalaron un auténtico espectáculo de fútbol sala a los aficionados que llenaron en palacio de deportes Olivo Arena.
El FC Barcelona quiso tomar la batuta del juego desde los primeros compases, pretendía llevar la iniciativa del partido, arrebatándole la pelota a los jiennenses que tenían infinidad de dificultades para sacar el balón de su propio terreno. A pesar de ello, el cuadro culé no acumuló demasiadas ocasiones de peligro en este tramo de partido.
Pasaban los minutos y era el Jaén Paraíso Interior FS el equipo que comenzaba a crecer sobre el 40x20 del Olivo Arena. La afición empezaba a caminar con sus jugadores, y ello también fue un factor clave para darle la vuelta a esos primeros instantes de dudas. De hecho, poco a poco los amarillos comenzaban a darle de su propia medicina a la escuadra comandada por Jesús Velasco.
En el minuto 7 se confirmaba esa buena respuesta de Jaén, y esta coincidió con la entrada a pista por parte de Alan Brandi. En su primera acción, el argentino progresó hasta la frontal del área para disparar sobre la jaula blaugrana, pero Miquel Feixas se estiró abajo para salvar el tanto. El rechace cayó en botas de César Velasco y este, ya casi a placer, no perdonó, colocando así el 0-1 en el luminoso del Olivo Arena.
A raíz de ello, el Jaén Paraíso Interior FS no dejó de crecer en el duelo, siendo el equipo que creaba el mejor fútbol sala ante un Barça algo aturdido y con las ideas borrosas. No obstante, los culés acumularon alguna oportunidad de mucho peligro, como es el caso de un disparo de Erick que se estrelló en el travesaño.
Ni el susto inquietó a los hombres de Dani Rodríguez, que tuvieron en su mano ampliar distancias en varias ocasiones de mucho peligro. Además, el FC Barcelona se puso con cinco faltas en su contra con más de cinco minutos por delante. Este factor, al término de los primeros 20 minutos, no pudo aprovecharlo el equipo de la ciudad del Santo Reino.
Antes de escuchar la bocina, Jaén gozaría de hasta dos disparos a la madera. Uno de ellos, tras disparo de Renato, y el segundo con un disparo de Míchel. En este último caso, Alan Brandi volvió a dejar una jugada marca de la casa, similar a la acción del gol, pero esta vez dejando en bandeja el tanto al de Mengíbar que tuvo que estirarse para alcanzar el remate. Con ello, los jugadores marcharon a vestuarios durante diez minutos que fueron de auténtica fiesta en el Olivo Arena.
Segundo tiempo
A la vuelta de vestuarios, Mati Rosa tuvo en sus botas la ocasión de ampliar distancias, pero la ejecución fue defectuosa. Ello despertó al FC Barcelona, que intentó poner una marcha más en el partido para igualar lo antes posible. En este tramo, los jiennenses tuvieron que aumentar sus esfuerzos en defensa para mantener el 0-1 en el marcador.
Tras superar ese bache, el Jaén FS volvió a la carga, contando de nuevo con grandes oportunidades. La que cambió el guion, nuevamente, fue una de Renato, que tuvo el 0-2 a la contra desde el costado derecho.
Tras este “uy”, el Jaén Paraíso Interior recuperó su mejor versión ofensiva, pero el punto de mira parecía no estar afinado en esta fase del enfrentamiento. De hecho, el viento no dejaba de soplar a favor, pues en el minuto 29, Matheus vio la segunda cartulina amarilla por zancadillear a Alan Brandi que ya se disponía a montar el contragolpe.
El Olivo Arena era una olla a presión, ya que Jaén iba a tener dos minutos de constantes oleadas a la meta adversaria. De todas las maneras lo intentó el conjunto amarillo, pero las buenas acciones defensivas del guardameta del Barça y el bloque defensivo culé mantuvieron con vida a los blaugranas.
El fútbol sala es caprichoso, pues cuando los culés estaban en la lona, estos aprovecharon un despiste amarillo para poner el empate a pesar de contar con un hombre menos en pista. Fue Sergio González el que enmudeció al Olivo Arena en el minuto 31.
A partir de entonces cuando los amarillos quedaron aturdidos durante algunos minutos, incluso Dyego contó con la ocasión de meter el 2-1, pero Espíndola y el palo lo evitaron. Los lagartos sacaron su garra para volver a meterse en el partido, e incluso poner al Barça contra las cuerdas, pues sumaban su quinta falta con 6:14 minutos por delante.
De nuevo, cuando parecía que mejor estaba el guion para el Jaén FS, llegó el zarpazo catalán. Fue Pito el que regó con agua fría a la hinchada amarilla y sus jugadores en el 35 de partido. 2-1 y poco tiempo para darle la vuelta a un duelo que siempre estuvo de cara.
Para ello, Míchel vistió la elástica rosa de portero jugador, y después hizo lo propio Renato, pero ninguno de los dos dieron el resultado esperado a los suyos que se quedaron con la miel en los labios al final del choque. No pudo ser, a pesar de que el Jaén FS regalara un partido de altísimo nivel a su gente. Una vez más, se confirma aquella máxima del deporte que dice que quien perdona, acaba pagándolo, algo que es más fácil de darse cuando se enfrenta un equipo al FC Barcelona.