Hay regresos que tienen un sabor dulce. El de Carlos Fernández al Real Jaén es uno de ellos. El delantero portará definitivamente el dorsal número 14 después de lucir en su estreno en Torremolinos el 23. Ha sido un aterrizaje importante para el club blanco, pero también para un futbolista que pasó por la entidad en uno de los momentos más dramáticos de sus 101 años de historia. Son recuerdos imborrables que se tienen, pero el escudo y el sentimiento por el Real Jaén nunca le ha dejado de latir en su periplo por el Cáceres, Vietnam e Ibiza-Islas Pitiusas. “No he dejado de seguir al equipo desde que me fui en 2021. Hasta en Vietnam me bajaba el partido a través de Web Directo para seguirlo. En la distancia te pones nervioso por ver a tu equipo jugar, pero una vez que vuelves y regresas sabes de la responsabilidad que sientes al enfundarte una camiseta como es la del Real Jaén”, afirmaba el delantero en Vivir el Deporte de 7 Televisión Jaén.
La vuelta ha estado repleta de anécdotas pero también de una sensación especial al regresar al vestuario de La Victoria tan pronto como selló su compromiso con el Real Jaén. Una vuelta donde la ilusión también tiene la circunstancia de lo que entiende Carlos Fernández que se dejó por lograr. “Mi anterior etapa estuvo marcada por los peores años del club, pero cuando regresé ví cómo ha cambiado todo en estos últimos años. El campo está espectacular, los vestuarios también tienen un aspecto diferente y, sobretodo, el césped. Pisarlo fue realmente especial el primer día que llegué porque lo que había antes no está a la altura de lo que ahora hay en La Victoria. Han cambiado muchas cosas y ahora hay que buscar el salto de categoría, que es para lo que uno se pone esta camiseta”, señalaba Carlos Fernández, al que no le pasó por la cabeza duda alguna para regresar a su casa: “No tardé ni un segundo en aceptar la oferta de Puskas para regresar. Desde que salí quise tener una experiencia en el extranjero como fue en Vietnam y al regresar he visto partidos en los que me habría gustado estar como el de la Copa del Rey. El ambiente, la competición y esta afición que tiene el Real Jaén hacen que uno desee jugar este tipo de partidos tan especiales. Pero eso ha pasado y ahora hay que mirar a lo que queda de Liga para seguir creciendo y cazar primero al Torre del Mar, para luego alcanzar al líder Torremolinos”.
No será una tarea fácil pero la competición y la competitividad del Grupo IX de Tercera Federación dejan claro que el Real Jaén va a tener opciones si se hace fuerte en La Victoria y no cede puntos como en la primera vuelta. “Es fundamental ganar los partidos en casa para no detenernos en el objetivo de llegar al primer puesto. Lo vamos a dar todo para lograr el ascenso porque si algo se me quedó dentro de mí fue que al marcharme no lo pude lograr”, subraya Carlos Fernández, quien se siente arropado por los que fueron compañeros en anteriores etapas y los que no conocía: “Hay un buen vestuario y todos formamos una piña con una única cosa en la cabeza, que no es otra que la de ganar para devolverle a esta afición lo que merece, que es el ascenso. En mi regreso me he vuelto a encontrar con amigos y compañeros como Mario Martos, Adri Paz, Espín o mi gran amigo Antonio Montiel que al verlo regresar tras su larga lesión me produjo una gran emoción”.
Un rival que no cobra
Ahora toca jugar contra el Polideportivo El Ejido y será su primer partido en casa tras los dos que ya ha sumado bajo las órdenes de Emilio Fajardo contra Torremolinos y Poli Almería. Será, por cierto, un partido en el que el rival del Real Jaén lleva más de tres meses sin cobrar, realiza sus desplazamientos en vehículos particulares y tiene una plantilla diezmada por las salidas que se han producido en el equipo ejidense en las últimas semanas. Un rival que puede parecer cómodo, pero nada más lejos de la realidad porque el que quiera salir en el mercado invernal a un club donde cobre su contrato tendrá un escaparate donde mirarse.
Eso sí, será el regreso a casa de un Real Jaén que tendrá que jugar por la mañana a las 12:00 horas debido a que el suministro eléctrico en el estadio de La Victoria no se ha solucionado todavía por parte del Ayuntamiento con un nuevo contrato. Para ello tendría que abonarse primero la deuda con la anterior empresa eléctrica, que supera los 20.000 euros, mientras que la alternativa de los grupos electrógenos no parece viable para el club, que ha abonado el gasoil de la puesta en marcha de los mismos en los últimos partidos. Incluso, en las redes sociales no dejan de contemplarse la falta de luz en los vestuarios y en el gimnasio, como en épocas de infausto recuerdo de hace unos años.