Deporte, respeto y cultura. Podrían ponerse más adjetivos calificativos para hablar del Taekwondo y la figura del Maestro Óscar Uclés (Dojang). Octavo Dan y Bandera de Andalucía en Jaén, el deporte que nació en Corea tiene en la provincia a una de esas figuras más que relevantes. Desde esa mirada de humildad, de sentimiento y rodeado de más de 1.000 alumnos continúa con una pasión que es la de impartir su sabiduría en las artes marciales. Un claro ejemplo de vida por el deporte, pero desde ese prisma de consideración y deferencia hacia los que practican taekwondo.
“Ha sido varias emociones juntas al recibir el VIII Dan. Es una mirada hacia todos los que han pasado por nuestra escuela y continúan haciéndolo. El taekwondo es algo más incluso que deporte porque ensalza los valores del respeto. Es una cultura también hacia esas cosas que parece que se van perdiendo en días como los que vivimos, pero que gracias a la cita de hace unos días no se pierde por todo lo que representa y los instantes que se sienten en un momento así”, afirma Óscar Dojang, o Uclés, como cada uno prefiera porque es la misma persona que siempre mira hacia delante y al relevo generacional en el taekwondo en Jaén en la figura de su hija Laura: “Son más de 40 años en este deporte, pero lo importante es que hay relevo generacional. Muchos chicos que empezaron conmigo también tienen en sus hijos a una generación más que siguen sus pasos. Pero no solo eso, hay incluso muchos padres que se embarcan en la aventura de este deporte en el que no hay edad para empezar. Es como cuando miran detrás de una cortina cómo se desarrolla una clase o, simplemente, un hecho como el de la madre que no se va hasta que espera que su hijo salude a su Maestro. Parece un detalle pequeño, pero es grande en todos los aspectos”.
La Bandera de Andalucía de Jaén ha sido un reconocimiento más a su trayectoria, pero quizás más a esa humildad que caracterizan a Óscar Dojang en la experiencia que le lleva a emocionarse cuando un español se cuelga el oro en unos Juegos Olímpicos ante un coreano o cuando uno de sus alumnos comienza a dar los primeros pasos. “No llamamos gimnasio a nuestro centro, sino escuela, porque hay que empezar por los valores. Es el primer paso que cada chico o chica dan con nosotros para seguir creciendo en el deporte y en la vida”, afirma Uclés, que es más que Maestro y VIII Dan, el que se otorga por méritos deportivos al cumplir una vida en el deporte donde se aprende de los alumnos para ser Sahyun-Nim.