Este es un aspecto “extraño en la política de los museos españoles”, apuntó Francés, quien se mostró partidario del compromiso de las instituciones privadas con la cultura contemporánea.
Al frente del Centro de Arte Contemporáneo desde 2002, la meta del director es que el museo “no sea un centro de arte para colegas, para el mundo del arte; sino para los ciudadanos malagueños, en primer lugar”.
“No hay que programar para los especialistas del arte -recalcó- sino para los ciudadanos, con los que tenemos un nivel de fidelidad sorprendente”.