En el mundo de los ‘y si…’ todo termina con eso de que mi abuela no tiene ruedas y no es un patinete. Así que no vale lamentarse de lo que pudo ser antes cuando ha fallado el Real Jaén y si hay que mirar hacia delante después de un triunfo en el que las acciones individuales están por encima de un estilo de juego que no se sabe cómo es porque el Real Jaén gana por los peones que tiene mas que por la idea de juego, perdida en algún cajón. Y es que la sensación del partido ante el Torreperogil es de un equipo que no juega a nada pero gana. Tiene flor y como alguno diría la flor de Van Gaal, o la de Zidane. Y es alargada pero no sabemos si se secará con el cambio de estación porque con esa forma de jugar, si hay que ir aún play off, va q necesitar la maceta todo el agua que hace falta para superar la sequía.
El Real Jaén no está bien pese a los números positivos. No le da para competir con los de arriba y repite guiones como ante el Huétor Vega. Partido insulso, donde quizás hay jugadores que deben hacer más para tener la condición de titular por que en el campo no se les ve el rol de determinantes. Eso sí lo tiene Javi Sánchez que salvo a los blancos en la primera mitad a la media hora de juego con una intervención de esas que se pueden considerar providenciales. Salvo el tiesto mientras el Real Jaén solo era efectivo por la banda derecha con Óscar Lozano. El motrileño pecó en alguna ocasión de individualismo pero expuso todo un conjunto de habilidades que fueron con las que el Torreperogil tuvo que pensar. Y estaba pensando en llegar al descanso y ahí apareció ese jugador que está para todo como es Juanma Porro. Carlos Fernández le puso un balón y el mediocentro la envió a la red para que el Real Jaén respirara y ordenara ideas en el vestuario.
Las puso en orden en la reanudación el equipo de Fajardo, pero se fueron diluyendo como un azucarillo mientras los tobillos salían a la contra y buscaban espacios. Javi Sánchez hacía otra parada descomunal y luego le sacaba otra a Romero para sostener a los suyos que habían cantado el 2-0 en un disparo de falta de Adri Paz y después en otro de Juampe. Acabaron siendo efectos ópticos, pero no el partido de un Real Jaén que no tiene estilo, que juega poquito, que no parece tener plan B y el plan A, si es como ante el equipo de Valenciano más vale que llueva para que la flor tenga sustento y sirva hasta para cazar al Torremolinos, que si siente presión con el juego del equipo de Fajardo es para que vaya al psicoanalista a hacérselo mirar. Pero que sea después de que atienda al Real Jaén para que la flor se convierta en florón y no haya que pasar por el play off. Y pueden estar seguros que la flor funciona así que no es como diría Van Gaal: “siempre negativo, nunca positivo”.