Solemnidad y devoción caminaron de la mano en la apertura del tiempo de Gloria en Jaén. Este sábado, Jaén sintió los primeros momentos de emoción enmarcados en este periodo, después de haber superado una Semana Santa marcada por la inestabilidad meteorológica en nuestra tierra. Esta vez, el sol y temperaturas primaverales acompañaron a los jiennenses en un instante que sirve como pórtico a meses de intensidad en Jaén.
Por segundo año consecutivo, la Agrupación de Cofradías y Hermandades de Jaén organiza un Rosario como apertura del tiempo de Gloria. El pasado año fue la Virgen de la Capilla, patrona de Jaén, la imagen elegida para presidir este Rosario por el barrio de San Ildefonso. En este 2024, se ha hecho lo propio, pero con la Virgen de la Cabeza como gran protagonista. El motivo de ello, es el cuarto centenario fundacional de esta hermandad de Jaén, que ya se prepara para conmemorar esta efeméride con un amplio abanico de actos y cultos, entre los que cabe resaltar la presentación del cartel anunciador del tiempo de Gloria, en el que es protagonista la Virgen de la Cabeza.
En relación a este Rosario, destaca la acogida que tuvo este sábado. Partió desde la parroquia de Nuestra Señora de la Merced, y la Virgen recorrió las calles de la feligresía. En todo momento estuvo acompañada por decenas de fieles y devotos que mantuvieron una postura de oración ante un acto tan solemne como este. A pesar de contar con ese carácter íntimo, no faltaron los “Vivas” y compases romeros en algunos tramos del recorrido, así como en los instantes finales del Rosario, donde se entonó el himno dedicado a “La Morenita”.
Satisfacción desde la institución organizadora. Así lo expone a este medio de comunicación el vocal de cultos de la Agrupación de Cofradías, Tomás Díaz Hoyofrío. “Desde la vocalía de cultos valoramos muy positivamente el Rosario Vespertino realizado ayer. Destacando la gran participación de las hermandades, especialmente las de Gloria. Durante todo el recorrido se pudo apreciar la gran devoción del pueblo de Jaén hacia la advocación de la Virgen de la Cabeza, donde se mezcló la solemnidad del culto con lo espontáneo de los devotos a modo de vivas y varias petaladas espontáneas”.
En ese mismo sentido, destacan la participación de los grupos jóvenes de las cofradías de la capital, que “participaron activamente realizando las lecturas introductorias a cada misterio, acompañando con sus diferentes banderas concepcionistas escoltados por cirios, las cuales marcaban el lugar indicado para la realización del Misterio correspondiente o acompañando en la fila rezando el Santo Rosario y alumbrando el camino de la Reina de Sierra Morena”.
