Se acabaron los controles, la pretemporada del play off y comienza el camino hacia el ascenso por el lado largo. Un trazado que tendrá baches, piedras, socavones y que no tendrá su final hasta el próximo 23 de junio, cuando se dispute el partido de vuelta de la tercera y última eliminatoria. Eso será en plena noche de San Juan y para llegar hasta ahí hay que comenzar con un duelo importante y de enorme calibre. No puede ser menos con los exámenes y después de estar estudiando durante los últimos partidos en los que el Real Jaén se sabía al dedillo la lección para haber logrado el sobresaliente hasta en la última jornada.
Ahora no sirve de nada elucubrar con eso de que la ventaja es del que terminó más arriba. Son dos partidos a vida o muerte como se suele decir. Aunque el mejor clasificado tenga a favor el factor campo y el pase en caso de empate tras prórroga, hay que volver la vista atrás para recordar el suspenso ante el Atlético Malagueño del 2023 en aquel tiempo extra que dejó a los blancos fuera de las eliminatorias del ascenso tras haberlo perdido también en la última jornada.
El inteligente dicen que resuelve los problemas, pero el sabio es el que los evita. Cuestión de experiencia como la que ha aglutinado el Real Jaén en sus propias carnes. Lección aprendida y síntomas positivos se respiran en el seno de una plantilla muy implicada, muy metida en lo que tiene que hacer y con ganas de que el balón comience a rodar en el Juan Manuel Azuaga de Torre del Mar. Campo pequeño, con aforo para 2.000 aficionados y con unos precios que son desorbitados para un partido de Tercera Federación aunque se esté disputando un play off de ascenso. Poco señorío ahí del Torre del Mar que tras el final de la última jornada de la Liga anunciaba en una red social que el Real Jaén merece estar en otra categoría y que le respetan. Blá, blá, blá. Si, porque el respeto empieza con los que sostienen el fútbol y a los equipos y esos son los aficionados a los que se les ha querido sacar los cuartos para hacer taquilla. Sin más.
En medio de todo esto habrá un partido, que finalmente es lo importante y al que el Torre del Mar llega con el nuevo entrenador que debutó en la jornada 36, la última del campeonato. Síntoma extraño después del curro que se ha pegado Alfonso Vera en el banquillo todo este tiempo atrás. Los malagueños buscan la reacción y eso no es sencillo para que los conceptos a implantar se asimilen. Pero es lo que tiene el equipo de Juan Manuel Azuaga, que planteará un partido en la búsqueda de los remates de Antonio López como principal arma. El Real Jaén no es que le vaya a perder de vista y no es que evite estar atento al juego del rival, pero poner en el césped la versión original que ha implantado Roberto Peragón es más importante que pararse a pensar en otras cuestiones. Si el Real Jaén compite todo es más sencillo y para eso hay que repasar lecciones para evitar empates como en La Juventud y Torredonjimeno para tener una vuelta más cómoda en La Victoria.