La investigación, que se publica en el último número de la revista Nature, favorecerá la búsqueda de compuestos químicos para alterar el proceso de envejecimiento humano, así como una mayor comprensión de las enfermedades cardiovasculares, y asimismo esperanzas de curación en el futuro a los enfermos con el síndrome de envejecimiento prematuro Hutchinson-Gilford, la forma mas común de progeria.
La extrema complejidad del proceso de envejecimiento y las patologías asociadas al mismo han supuesto desde siempre insalvables barreras para su estudio que hora podrían empezar a derribarse.
Los afectados con el rarísimo síndrome Hutchinson-Gilford, del que se conocen unos cien casos en el mundo, alguno de ellos en España, sufren en plena infancia patologías asociadas a la vejez como la arterioesclerosis, la trombosis o ataques de corazón.
Los síntomas principales de esta enfermedad causada por un defecto genético, que produce una acumulación de una proteína, la progerina, causante de la aceleración del envejecimiento, son baja estatura, alopecia, ausencia de grasa subcutánea o osteoporosis.
Se trata de la primera vez que los científicos consiguen desarrollar un modelo celular humano in vitro para estudiar el envejecimiento, ya que hasta el momento, se disponía sólo de modelos animales, como la mosca, el gusano o el ratón.
Así lo ha explicado a Efe el director del estudio, Juan Carlos Izpisúa, quien es director del Centro de Investigación de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) además de responsable del Laboratorio de Expresión Genética del Instituto Salk, en EEUU.
Los científicos han generado con éxito células madre pluripotentes inducidas (iPS) a partir de fibroblastos (células de tejido conectivo) de pacientes con este rarísimo síndrome.