Este verano se cumple un año de la construcción de una planta de secado de estiércol junto a la zona residencial del Puente Jontoya. Es la gran preocupación de los jiennenses que habitan en este lugar, aunque hay que decir que aún no ha comenzado a tener actividad esta balsa. La misma “cuenta con una superficie de unos 3.000 metros cuadrados”, según explican los propios vecinos, y “se sitúa a unos 20 metros del Arroyo de Reguchillo y lindando con una vía pecuaria”. Además, la parcela donde se construye "es colindante con una almazara y a pocos cientos de metros de gran número de viviendas".
Los vecinos del Puente Jontoya temen por su salud una vez que inicie su actividad la planta, y por ello no han dejado de movilizarse hasta la fecha. A día de hoy, el Ayuntamiento se encuentra en proceso de supervisión del espacio para otorgar o no la licencia de actividad para su uso. Desde la asociación de vecinos del Puente Jontoya ‘Juntos Ya’, la preocupación es evidente. Así lo denuncia su presidente, Manuel Zapata, a VIVA Jaén. Este cree que “pronto le van a dar la licencia y nosotros estamos muy preocupados por ello”.
Por esa sensación, las reivindicaciones continúan, y las últimas han tenido lugar este pasado fin de semana, en el que se han celebrado las fiestas del Puente Jontoya. Con motivo de las mismas, los vecinos han colocado una gran pancarta, en la que se podía leer “¡No a la balsa de estiércol; sí a un entorno limpio!”.
La colocación de esta pancarta pretendía acercar la preocupación y malestar al resto de vecinos de la capital que acudían al Puente Jontoya para disfrutar de la programación planteada por la asociación. También, la de levantar la voz ante los representantes de administraciones que también acudieron a las fiestas. “Ningún político ha querido hacerse fotos delante de la pancarta y todos nos ponían excusas. Así que algo nos tememos. La única que ha accedido a ello ha sido Pilar Abellán, de Jaén Merece Más, así que nos estamos temiendo que pronto la puedan utilizar.