Según Medio Ambiente, esta alerta se basa en "la rápida invasión del suroeste francés" por parte de esta especie y por la constatación de su reciente llegada a España.
Esta avispa asiática (Vespa velutina nigrithorax), cuya distribución originaria comprende China, el norte de la India e Indonesia, fue localizada a final de 2004 en Francia, donde en sólo cuatro años se ha extendido por un territorio de unos 120.000 kilómetros cuadrados.
Ejemplares de esta especie invasora fueron identificados el pasado verano en Irún (Guipúzcoa), lo que ha alertado a la Consejería andaluza de Medio Ambiente, que ha activado mecanismos para la detección de esta especie.
Debido a su elevado carácter invasor, Medio Ambiente recomienda a la población y a los apicultores, en particular, estar alerta y avisar de observaciones de la avispa asiática a la Administración o a asociaciones de apicultores para detener con rapidez una eventual invasión.
Esta avispa tiene el tórax y el abdomen negro, excepto el cuarto segmento que es de color amarillo; sus patas son de color marrón con sus extremos inferiores amarillos y las alas ahumadas.
Muy mortíferas
Su tamaño es aproximadamente de unos 30 milímetros, aunque la reina mide entre 35 y 40 milímetros y construye grandes nidos que cuelgan de árboles, tejados de casas o naves y que albergan unas 1.500 avispas obreras.
Al igual que el resto de avispas también se alimenta de abejas, pero esta especie es más agresiva y las abejas melíferas europeas (Apis mellifera) no cuentan con una estrategia de defensa eficaz, por lo que un pequeño bando de avispas asiáticas pueden acabar con gran parte de una colmena en poco tiempo y mermar considerablemente su productividad
