El balón lleva rodando para el Real Jaén desde el mes de julio cuando comenzó la pretemporada. No deja de sobrevolar la eliminación en el segundo partido de la fase de ascenso contra el Almería B. Un mal sueño que se ha producido en las dos últimas temporadas, donde los blancos llegaron a la última jornada con la posibilidad de ascender de categoría. Pero la historia es solo parte del pasado y el presente tiene heridas cicatrizadas. La plantilla está mentalizada en solo un objetivo. El ascenso directo es lo único que se plantea cada componente del equipo que entrena Roberto Peragón. Dentro, con el cambio de primer capitán todavía se saca algo positivo de aquel partido contra el equipo dependiente del Almería. El ambiente, el alma de La Victoria resucitando y los 10.500 corazones que vivieron con pasión un partido que no tuvo final feliz. “Lo que mejor recuerdo de ese día es el aspecto de La Victoria. El casi lleno todavía se pasa por la cabeza. Esa masa social es un club como este. No podemos olvidarnos de eso para volver a tener la posibilidad de vivir tardes como aquella, pero en la fase regular. Nosotros hemos pasado página de la eliminación y hemos aprendido de lo ocurrido para salir al campo con una predisposición en la que solo vale ganar para lograr el título y el ascenso directo, porque tras los dos últimos años es lo único que nos queda. A la tercera irá la vencida, pero hay que intentar enganchar todos los que estuvieron en el campo el día del Almería B”, comenta José Antonio Espín, para quien el estreno en casa es importante porque sería una forma de comenzar la Liga con buen pie: “A veces el calendario puede parecer que da igual, pero iniciar el campeonato en casa es más que un aliciente porque solo hemos jugado dos partidos esta pretemporada, pero también porque arrancar con una victoria es un pilar básico para abordar el objetivo de la temporada desde el día 1. Queremos el primer puesto y ser un martillo pilón toda la temporada”.
El Real Jaén parte como favorito un año más. Tendrá rivales complicados y tendrá que luchar también contra sí mismo para que la cabeza no se desvíe del objetivo principal. Mimbres hay en la plantilla y en la confección de la misma para que como grupo logre el ansiado ascenso después de muchos años en el pozo de Tercera. “Motril, Malagueño, El Ejido, Mancha Real, Torre del Mar… Hay muchos equipos que son complicados, pero si nosotros hacemos el trabajo como ya demostramos en el último tramo de la pasada Liga, estaremos arriba. No hay que descuidarse y respetar a los rivales, pero nosotros vamos a ir en cada uno de los partidos a por todas y a traernos los tres puntos cuando juguemos fuera y a no dejar escapar ni un solo punto de casa”, señala Espín que mira al vestuario y ve las caras de sus compañeros con ese aspecto de reafirma que están preparados para iniciar ‘la guerra por el ascenso’: “El vestuario es una piña y están todos muy metidos para que este año sí sea el del ascenso. Se perciben las ganas de volver a jugar, las de saltar a La Victoria y las de ver que rueda el balón pero ya en competición oficial”.
Ese estreno será sobre un terreno de juego que no está en las mejores condiciones y en el que no se ha pisado desde el pasado 10 de agosto para preservarlo y que mejore con el paso de los días. Muchos conocen las medidas al dedillo, pero quizás podría estar mejor para que el juego sea más brillante. “El campo está mal. Un terreno de juego en perfecto estado te da más opciones en casa. Nosotros, no obstante, no podemos mirar a cómo está y si nos perjudicará o no. Cuando salimos fuera sabemos a los campos que vamos, pero no son donde jugamos de forma habitual. Por eso es importante que el terreno de juego esté en las mejores condiciones porque eso ayudará a nuestro juego, como también que nuestra afición acuda en el mayor número posible a La Victoria para apoyar al equipo”, afirma Espín.