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Jaén

Jaén, tierra de mayor concentración de castillos

De hecho, de los 10.000 castillos catalogados en España, la provincia alberga 237 fortificaciones

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Vista del castillo de Burgalimar en Baños de la Encina.

Vista parcial de la muralla que bordea el castillo de Burgalimar.

El arqueólogo Sebastián Moya, jefe de la excavación de Burgalimar.

Vista del patio interior del castillo de Burgalimar.

La Fortaleza de La Mota en Alcalá la Real.

Conjunto Monumental Fortaleza de La Mota en Alcalá la Real.

Parador Nacional de Jaén, Castillo de Santa Catalina.

El Castillo de Sabiote.

Castillo de Lopera.

Jaén no solo es conocida por ser la capital del mejor aceite de oliva y por sus vastos campos de olivos centenarios sino también por ser la provincia española con más castillos y fortalezas de toda Europa.  Andalucía fue tierra de castillos desde que estuviera dividida en incontables reinos de taifas, y fuera tierra fronteriza entre el Islam y los reinos cristianos.

De hecho, de los 10.000 castillos catalogados en España, algunos en ruinas, otros restaurados, y algunos otros reconvertidos en museos e incluso en bellos alojamientos -Paradores de turismo-, es Jaén la tierra que más castillos o fortalezas medievales conserva. Se calcula un total de 237 fortificaciones, de ellas: 97 castillos y 126 atalayas, además de otros restos de murallas y castros. 

Jaén fue el paso obligado entre la meseta cristiana y la Andalucía conquistada por los musulmanes, por el escalón natural que las separa, Sierra Morena fue además  frontera entre los reinos cristianos del norte y los musulmanes del sur cuando los primeros empezaron la reconquista, durante el largo tiempo que duró la dominación de Al-Andalus. El avance cristiano llegó a Jaén hacia el siglo XII y de ahí que fuera en este siglo cuando se construyeron multitud de fortalezas que han perdurado a nuestros días.

No es casualidad que en esta tierra se lidiaran y ganaron dos de las batallas significativas: la de las Navas de Tolosa (1212) que supuso el principio del fin de la presencia musulmana y Bailén (1808), sonora derrota francesa que precipitó la retira de las tropas de Napoleón. 

Imposible abarcar todos castillos que coronan las cimas de Jaén, por lo que nos detendremos solo en tres de los más significativos: el castillo de Burgalimar de Baños de la Encina y el de La Mota de Alcalá La Real, de la mano precisamente del arqueólogo jiennense, Sebastián Moya, director de los trabajos arqueológicos de Baños de 2007 a 2009 después de haberlo sido en el de La Mota entre 1992 y 2000. Y el de Santa

Catalina, que corona la capital de Jaén

Sobre un cerro a 1.033 metros de altura que domina la localidad de Alcalá la Real se erige el conjunto de La Mota, ciudad monumental que se levantó alrededor de 14 atalayas, que están enteras, algunas en propiedades privadas. Eran pequeñas torres para establecer un retén militar, que encendían fuegos para avisar de peligro. 

En su perímetro resiste la Torre del Homenaje y la Iglesia Mayor Abacial, templo renacentista del siglo XVII, con sus sobrecogedores enterramientos, justo al lado de la Casa del Deán, hoy un pequeño museo donde se exhiben objetos hallados en las excavaciones...   

"En La Mota fui el director de Actividades Arqueológicas de 1992 a 2000. Excavé casi completamente la Iglesia Mayor Abacial, que se encuentra en el recinto fortificado, y algunas grandes áreas abiertas en los dos tercios al norte de la ciudad fortificada.  No fue hasta el siglo XIII con la reconquista cristiana, y tras ser atacada por distintos reyes cuando fue conquistada finalmente por Alfonso XI quien le añade el apelativo de «Real».

El castillo de Burgalimar en Baños de la Encina

Es uno de los imprescindibles en todas las listas. Esta impresionante fortaleza -del árabe Burch al Hamman o castillo de baños- es quizá de las mejores conservadas de toda la península. 

En su interior aún pueden diferenciarse las estancias distribuidas por un vial central, por el que circundaba todo el recinto. Además, existe un pequeño alcázar de época cristiana en su interior, delimitado por una torre circular maciza situada prácticamente en el centro de la fortaleza, unida a dos lienzos de mampostería y una torre igualmente de mampostería con hasta tres alturas como la denominada, la torre del homenaje o “almena gorda”.

EFE: La fecha oficial habla de época Omeya, “mandado construir en el 968, por Alhakam II, siguiendo una política de reforzamiento del poder central del Califato de Córdoba”. 

S. Moya: Durante las excavaciones e investigaciones que dirigí de 2007 a 2009 se recogieron cinco muestras de la estructura de madera que se usó para construir la Alcazaba. Las cinco fechas de C14 dieron una datación para la alcazaba de hacia 1150-1200, período Almohade. Es más, se construyó como casi todos los castillos de la provincia de Jaén, en época de los almohade, y eso lo sabemos todos historiadores y arqueólogos.

En la excavación encontramos cerámica y lápidas funerarias de muchos períodos, del siglo X..., hallazgos relacionados con antiguos campamentos militares que no necesitaron ser de mucha entidad estructural, por lo que entendemos que reutilizaron las construcciones ya existentes de las fases anteriores.

EFE: Esta soberbia fortaleza, que toma asiento en lo alto del cerro del Cueto de Baños de la Encina, frente a extensiones de olivareras no sufrió ni asedios, ni tragedias naturales, ni tampoco caprichosas restauraciones….

S. Moya: Casi en su totalidad es original, la mayor parte de la fortificación almohade presenta su típico mortero llamado tabiya, construida en tapial de argamasa, una técnica constructiva muy característica de los almohades, muy compacta, resistente y dura, que ha perdurado hasta nuestros días. Mientras que el Alcazarejo y Torre del Homenaje son de época cristiana. 

Teniendo en cuenta la correcta datación (1120/1220), entre la Batalla de las Navas de Tolosa, 1212 y su conquista cristiana en 1245, el castillo no tuvo una vida muy larga en manos almohades.  Hay que entender que al principio los musulmanes que llegaron a la península ibérica, eran del norte de África, bereberes, etc. y hubo desde el siglo X ocupaciones de los cerros donde se asentaban los campamentos musulmanes pero usando estructuras antiguas ya existentes.

Al final se deduce que todas las construcciones defensivas de la zona se construyen a partir del siglo XII para defenderse del ataque cristiano. Por eso no tenía sentido para los historiadores medievalistas que fuera

Baños la única alcazaba que se construyese doscientos años antes, cuando la frontera estaba todavía a cientos de kilómetros al norte.

Y en cuanto a sus restauraciones por fortuna la más destacada la hizo en los años 60/70 el arquitecto jiennense, Luis Bergés, que añadió las almenas a todo el recinto de la alcazaba.

Mire, a comienzos del siglo XX había una gran cantidad de piezas arqueológicas, era una locura todo lo que había, y cuando se empezó a hacer un inventario, ante ese caos se decidió que esa placa fundacional -sin ningún método científico, se habían perdido todos los registros- era la de Baños de La Encina. Aún así en el mundo científico, de los especialistas, ya lo sabíamos pero, había que demostrarlo!.

En 2008 una reputada epigrafista de la Universidad de Málaga ya se refirió en una conferencia a otra especialista de la Universidad de Madrid que tras estudiarla confirmaba que correspondía al castillo de Talavera de la Reina, en Toledo, mucho más al norte y donde si cuadra esa fecha. Además, en Talavera existe un hueco que es exactamente de esas medidas. 

Excavado todo el contorno de la muralla, llegamos a la fosa de fundación del castillo y todas las muestras del carbono 14 recogido de las estructuras más antiguas nos lo fechaba en el siglo XII. La frontera estaba más arriba, en Despeñaperros, y antes, en Toledo. 

Un castillo a 300 kms de la frontera con el reino cristiano, ¿que sentido tenía levantarlo ahí?. Todos los castillos de Jaén mas o menos con la mismas fechas y éste ¿de 200 años antes?  

EFE: Al final de las excavaciones en su interior salieron a la luz materiales y restos estructurales que sorprendieron...

S. Moya: Durante los trabajos de drenaje de la Alcazaba salieron a la luz asentamientos desde la Edad del Cobre (hacia 2300 a.C.) que constatan que desde entonces se ocupó el cerro de una manera continuada.  

Durante las excavaciones también se evidenció la existencia de una fase ibérica del siglo IV, un mausoleo de época romana y después una fase medieval. Esta superposición de etapas en este lugar es lógica ya que es una zona estratégica de Sierra Morena con el que se controlaba los poblados del interior del Valle del Guadalquivir.

La intervención arqueológica sirvió para eliminar por completo el cementerio municipal y realizar sistemas de drenaje que eviten en el futuro el deterioro del interior. El deterioro de la alcazaba se evita con esas obras de drenaje y con el haber extraído una media de 2 metros de  rellenos innecesarios existentes junto a la muralla.

Castillo de Santa Catalina, hoy Parador de Turismo

Otro de los castillos emblemáticos es el de su capital, Jaén, que se yergue sobre el cerro de Santa Catalina en cuya loma se construyó una fortaleza islámica, la de Abrehuy, y en su lado opuesto, el denominado alcázar viejo. 

Tras la reconquista castellana, parte de Abrehuy y del alcázar viejo formaron el alcázar nuevo -explica Victoria Gutiérrez, doctora en Medieval de la Universidad de Jaén-, configurando un castillo construido en mampostería adaptado a la orografía del terreno de grandes afloramientos rocosos por su lado sur que hacían inexpugnable la fortaleza.

Mientras que por el norte, fue necesario la construcción de varias torres más adelantadas o albarranas cuya función era controlar y defender. En su interior las excavaciones sacaron a la luz la superposición de diferentes edificios, siendo muy interesantes los restos de los palacios islámicos totalmente anulados por las dependencias cristianas posteriores, añade la medievalista. 

Y si la capital fue después baluarte de los reyes cristianos durante el tiempo que duró la conquista de Granada, también ejerció un papel clave durante la guerra de la ocupación francesa, cuando fue seriamente transformado, mas bien arruinado, por las desastrosas consecuencias que supuso el acuartelamiento de las tropas napoleónicas.  

Pero la ruta de los castillos jiennenses no ha hecho más que empezar: Alcaudete, Sabiote, La Lopera, Cazorla, La Guardia de Jaén, Segura de la Sierra, La Iruela....entre otros muchos, nos esperan.

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