La XX Edición de la Subida al Pantano del Quiebrajano no finalizó el pasado domingo. Lo hizo ayer, porque un grupo de socios del club organizador de la carrera siempre realiza una inspección posterior para limpiar el trazado por el que pasa la prueba. Se trata de dejar el entorno como una patena, que se suele decir. Los integrantes del Club Atletismo Quiebrajano protegen así la prueba, pero también un paraje en el que incluso han tenido que recoger más basura que no estaba relacionada con la carrera del pasado domingo.
No obstante, no es la primera limpieza que se realiza en el entorno por parte de los socios del CA Quiebrajano. La carretera de Otíñar se limpió antes de la celebración de la carrera del pasado domingo. En concreto, una semana antes de la disputa de los 13,6 km de trayecto para propiciar más comodidad a los corredores y colaborar con un entorno que así lo merece para mantener viva la carrera. De toda la basura que se ha recogido, salvo un envoltorio de gel y las botellas de agua que no se depositaron en los lugares que había disponibles y con las que algún corredor siguió su trayecto hasta deshacerse de ella, lógico por otra parte, se recogieron paquetes de tabaco, litros de cerveza vacíos, latas de bebidas, bolsas de patatas y otros restos que terminaron por hacer un total cercano a los 25 kilos de desperdicios. Es basura, en su gran parte es ajena a la carrera y como cada año que se finaliza, se recorre palmo a palmo cada metro del recorrido y sus aledaños con el fin de mantenerlo limpio un año más.
