El otro día di un brinco ya de exaltación y/o indignación al leer el mismo día -ojo al dato- que en Córdoba se iba a celebrar el Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Sí, me parece acertado y genial que una ciudad andaluza sea el foco de atención en un tema tan singular y patriótico como conocerse recíprocamente entre el conjunto de 119 ciudades que ostentan este rango, al que, por qué no, podría aspirar una ciudad como Huelva, que en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 -ojo al dato, don Nacho, desde su atalaya de la casa Colón- Huelva tuvo una mínima presencia y ya en el todavía cercano 1992, con la Exposición Universal, se acordaron que en el monasterio de La Rábida -todavía a la espera de ser declarado eso: Patrimonio de la Humanidad por obra y gracia de don David- había un espacio para celebrar un Consejo de Ministros…
Sí, al margen de las ironías, que a veces ayudan a superar olvidos, como dar como único protagonismo a La Rábida y celebrar en el más que histórico cenobio franciscano un Consejo de Ministros. Sí, algo más que pelillos a la mar y a propósito de ese congreso que tendrá como escenario una ciudad tan hermana o más como Córdoba, leo ese mismo día de marras que el Museo Arqueológico Nacional, que tiene su sede en Madrid, pueden hacer cábalas ante cualquier intento de ‘devolver’ a sus orígenes una ingente y más que irrenunciable cantidad y variedad de objetos de bronce -dicen que 400 piezas entre espadas, fíbulas, puñales, lanzas, fragmentos de cascos (ojo a ese casco), hebillas y diversos utensilios de los siglos XI a IX a C-, todo ello según ha inventariado un colega tanto o más significado en eso de reivindicar y pelear por Huelva y al que felicito por este y otros muchos más apuntes de vestigios históricos que nadie puede o debe dudar de que su valor debería servir en estos momentos y desde hace muchos años a tantos y tantos onubenses un tanto indolentes a los que les importaba un comino algo que ahora mismo deberíamos estar admirando en el museo de la Alameda Sundheim o en el un tanto olvidado edificio del Banco de España.
¡Ay! Mi Huelva, que no ha sabido hasta ahora aprovecharse de haber descubierto un Nuevo Mundo a bordo de tres frágiles carabelas que se sacó de la manga don Cristóbal con el beneplácito de tripulantes palermos, de Moguer y de otros puntos de la zona. ¡Ay! Mi Huelva, que de esas 400 piezas solo dispone del llamado casco griego, o mejor dicho, de una réplica, y ahora resulta que esos vestigios fueron encontrados en 1923 durante unos dragados habituales en la ría de Huelva y sin más explicaciones -un caso de indolencia más porque nadie ha dicho pio desde entonces- y ahora, el Museo Arqueológico Nacional ha decidido sacar provecho y reflexionar, como apunta mi admirado colega Paco Muñoz, para más detalles, y ha preparado una reunión científica en la que se explorarán “su significado, la investigación ya realizada y las perspectivas de futuro en el estudio de este tipo de materiales y en el periodo al que corresponden”. La cita en Madrid fue el pasado 3 de octubre y ha tenido a Huelva y los bronces de la Ría -¡vaya ironía!- como únicos protagonistas y contó con la presencia -sigo leyendo- "de destacados investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el propio Museo y -bofetadas a diestro y siniestro- universidades como la de Sevilla, Málaga, Alicante, Coimbra, Belfast, Vigo, Granada y Málaga…"
¿Qué piensa la delegada territorial de Cultura y esa amplia pléyade de expertos y/o políticos que entienden de todo y que a estas alturas no han dicho ni pio? Sí, premio a la indolencia y bronca para quienes ni siquiera se han enterado de este acontecimiento que habla de, aparte de indolencia, dejadez secular, sin saber cuando abrirá el museo del Banco de España y con qué contenidos y, volviendo a lo mismo, todo alrededor de un patrimonio de Huelva a debatir sin ninguna ponencia de investigadores onubenses o procedentes de la Universidad de Huelva. Eso, amigo Paco, mientras el presidente de la Diputación Provincial no pierde ojo para, de momento, que La Rábida y Los Lugares Colombinos sean declarados Patrimonio de la Humanidad, Sí, y que si es necesario tengamos un nuevo 3 de marzo como aquel revulsivo de la Universidad, algo que incluso obsesiona a don David, un hombre de fe que no ha dudado en llevar la cultura del cine a los pueblos e instalar cajeros automáticos para esos mayores tan desasistidos, y que ha dado un gran empujón al viejo Patronato Provincial de Turismo, ahora Agencia ejecutiva. Y más y más, como la vieja estación, y el ferroviarios y, por cierto, hablando de museos, ¿adiós definitivo al que señaló doña Pilar aprovechando un edificio en desuso en el Muelle de Levante como Casa-Museo de América?. Esa indolencia explica ¿dónde están las piedras de la Fuente Magna? por poner un ejemplo más, y con esto de la euforia británica, ¿qué pasó con tantas chimeneas y elementos decorativos de la Casa Colón que nos dejaron los ingleses? Sí, otro día más, y ¡¡¡a la calle, ya!!! que 32 años pidiendo un AVE y ahora nos dicen que sigamos esperando al 2050… Eso.
