Varias personas consultadas por Efe en el colegio electoral Santa Teresa de Jesús, situado en la calle del Fomento, en las cercanías de Sol, en donde la jornada transcurre con absoluta normalidad, han coincidido en que las protestas no les han importunado.
Algunos incluso han animado a los "indignados" a continuar con las acampadas durante más tiempo para que "realmente las cosas cambien".
Así se ha manifestado, por ejemplo, Eva Campuzano, una ciudadana de 44 años con empleo que se siente "explotada" y que todos los días se pasa por la Puerta del Sol para animar a los acampados.
"Es necesario que haya un cambio ya", ha manifestado emocionada, con la esperanza de que las protestas hagan recapacitar a los políticos sobre la necesidad de modificar el sistema electoral para dar voz a los partidos más pequeños.
Marian Casado, de 30 años, ha manifestado lo mismo después de votar, y ha añadido a Efe que se ha pasado por la Puerta del Sol regularmente desde hace una semana, sola o acompañada de amigos, para sumarse un rato cada día a las protestas de los "indignados".
También Salvador, un hombre muy bien vestido, de 42 años, ha elogiado la actitud de los concentrados, que en ningún momento le han molestado, y ha coincidido con las anteriores vecinas en que su voto ya lo tenía decidido antes de las movilizaciones.
Una pareja de argentinos con nacionalidad española, Fabiana (diseñadora gráfica) y Manuel (ebanista), de 48 y 54 años, respectivamente, han tildado de excelente el comportamiento de los concentrados, especialmente su sentido de la limpieza, ya que a menudo se les ve barriendo, y les han animado a seguir con sus protesta.