El Ayuntamiento de Porcuna (Jaén) impulsa el expediente para tramitar la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de las obras que Julio Romero de Torres pintó a principios del siglo XX en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
Así lo ha indicado a Europa Press el alcalde, Miguel Moreno, quien ha explicado que el objetivo es lograr esta protección y reconocimiento para un "patrimonio de esta categoría", cuya singularidad también ha destacado: tanto por el tema religioso, puesto que el pintor cordobés apenas lo recogió en su carrera, como por el formato mural.
En concreto, finalizada la construcción del nuevo templo en 1903, se le encargó decorar la bóveda del ábside, donde plasmó la Asunción de la Virgen, así como las dos capillas del crucero con la Sagrada Familia y la Santa Cena. Además, Romero de Torres regaló un San Juan Bautista en óleo sobre lienzo a la parroquia, donde más recientemente se confirmó su autoría en los cuatro evangelistas que aparecen en las pechinas de la bóveda del crucero.
"Tenemos el expediente recién impulsado desde el Ayuntamiento para declarar Bien de Interés Cultural un patrimonio muy valioso para nosotros", ha afirmado el regidor, quien ha expresado su confianza en que "dentro de un tiempo estas obras sean reconocidas como se merecen".
En este sentido, ha señalado que es un proceso largo, en el que primero es necesario elaborar un informe que acredite sus valores y enviarlo posteriormente a la Consejería de Cultura y Deporte, a la que corresponde la potestad de incluirlas como BIC.
Mientras tanto y coincidiendo con el 150 aniversario del nacimiento del pintor cordobés, el Ayuntamiento de este municipio jiennense ha publicado un vídeo para difundir las obras que atesora la parroquia y que son desconocidas para el gran público.
"Se ha hecho desde la Concejalía de Turismo y, la verdad, es que ha salido un audiovisual sencillo, pero muy agradable de disfrutar. Es el homenaje que se le ha querido hacer en este 150 aniversario desde Porcuna, donde no solo trabajó, sino donde también tenía amistades", ha comentado.
Un afecto que también recoge el vídeo, al igual que datos curiosos como las vicisitudes que pasaron los murales, fundamentalmente, la Sagrada Familia y la Santa Cena. Una vez pintadas, fueron ocultadas por retablos al no ser del agrado del sacerdote y algunos feligreses; mientras que en la Guerra Civil sobrevivieron gracias a un vecino que evitó su destrucción tapándolos con una mezcla de pigmentos y colar.
Tras la contienda, las obras volvieron a quedar ocultas con retablos, que no se retiraron hasta el año 1974. Entonces se intervino en ellas con una "poco afortunada" restauración por parte del hijo del pintor.
Precisamente sobre el estado de conservación de estas obras, Moreno ha apuntado que "hace ya seis años el Ayuntamiento hizo una memoria valorada de la necesidad de la restauración que había que hacer, sobre todo, a la Santa Cena, también a la Sagrada Familia".
"La enviamos a Cultura y Patrimonio y hasta ahora no hemos tenido respuesta, pero estamos en la esperanza de que la Consejería de Cultura tenga a bien financiar esa actuación, cuya memoria está ya hecha y presentada, y que podamos disfrutar de esa restauración lo antes posible", ha manifestado.
