El Real Jaén no solo se ha vuelto previsible en su once inicial, sino que los rivales ya saben que saldrá en tromba el primer cuarto de hora para tratar de ponerse por delante en el marcador. Es el estilo de juego de Roberto Peragón que tan buenos puntos le ha dado pero que no le ha servido para dar caza al Atlético Malagueño. Y es que los números no saben de sensaciones, pero las que puso el Torreperogil en la puesta en escena del último partido de 2024 en La Victoria fueron las de un equipo trabajado, bien plantado y que quería la pelota para así evitar el acoso inicial del Real Jaén. Y así fue como el Sporting de Chus Hevia se hizo con el control de la pelota, pero con alguna pérdida que tras balón enviado al salvador de siempre en ataque, Óscar Lozano, pudo hacer que los blancos abrieran el marcador pero si disparo se fue fuera. Luego hubo una mano dentro del área del Torreperogil, pero el árbitro debió interpretar que es de esas en las que el jugador no puede desprenderse de su extremidad. Y ahí el Real Jaén seguía mirando como los visitantes tocaban y tocaban, pero no terminaban de llegar hasta que un centro desde el lateral lo cazó Pekes, ex jugador blanco, para abrir el marcador y poner por delante al equipo que más y mejor manejaba el partido. Agus Alonso, que está de vuelta tras su lesión, fue el primero en contestar con un remate que se marchó fuera, pero el Torreperogil continuaba a lo suyo y encontraba hueco en el lateral diestro del Real Jaén para llevar peligro por mediación de Adri, que se encontró con un bien colocado Javi Sánchez.
La ventaja del Torreperogil en el marcador despertaba al Real Jaén que era puro letargo salvo en el costado de Óscar Lozano y el trabajo de Agus Alonso contra la defensa visitante. Llegaba al área rival el equipo de Peragón, pero el balón no encontraba rematador en las contadas ocasiones ante una defensa bien plantada del equipo de Chus Hevia. Para colmo de males para el Real Jaén, Mario Martos se tenía que retirar lesionado y Peragón buscaba con Curro algo de velocidad en ataque, lo que hacía que Migue García se colocara de media punta. El juego que fluía era el del Torreperogil porque el Real Jaén estaba atascado y necesitaba soltarse, pero la rémora del gol en contra le hacía precipitarse. Y esto no eran números sino sensaciones que flotaban ante lo que se veía que no era otra cosa que un Torreperogil más metido en el partido ante un Real Jaén desdibujadísimo que solo hacía kilómetros en busca de recuperar un balón que no tenía y que parecía que el visitante era realmente el equipo local.
Era de esperar el 0-2 que cayó tras un jugadón donde Adri dejó sentado a Javi Moyano para ceder en la frontal el balón a Luis Enrique que en lugar de tirar se la puso de dulce a Alberto Martínez que fusiló sin oposición a Javi Sánchez. Una jugada de tiralíneas sin que el equipo de Peragón pusiera ni presión en cortar esa acción. La reacción blanca fue en un balón largo a Migue García que al impactar en su disparo se fue rozando el poste, pero ahí comenzaron más pitos al equipo blanco. Lesión de Moyano que provocaba la salida de Porro para ser la segunda sustitución del Real Jaén y que dejaba en el lateral a Curro, metiendo por el medio más hormigón. La salida en un robo de balón provocó el 1-2 de Agus Alonso en un posible fuera de juego del charrúa y que no hacía justicia al pésimo partido de los locales pero que se metían en el duelo para buscar la remontada. Después fue Pekes el que puso un balón para que Pablo Ortiz solo tuviera que empujarla, pero la envió fuera tras ese regate en una baldosa del que fuera delantero blanco. El Real Jaén ponía corazón y se encomendaba a Óscar Lozano para desatascar el partido y buscar el tanto de la igualada antes del descanso. La pillería no le daba tampoco resultado al Real Jaén que veía como el partido se iba al vestuario teniendo que defender un córner en contra que pudo costarle el 1-3 tras un fallo de marcaje. El añadido de cinco minutos era de un Real Jaén al que su técnico le ha inculcado el juego por dentro y para generar espacios se hace por las bandas, parece que no lo recuerda cuando él mismo fue delantero en su etapa como jugador. Y en eso de jugar por la banda, por un balón en largo enviado tarde por Sergio Rodríguez a Lozano, obligó a un sprint al motrileño que sintió un pinchazo en el muslo izquierdo justo antes del descanso.
Cámara era el sustituto de Óscar Lozano tras el descanso y tras una primera mitad en la que el Real Jaén había perdido a tres piezas de su intocable once. Los que entraron desde el banquillo tenían tiempo para ver si la falta de minutos y de ritmo en un partido es solo una ilusión óptica o una auténtica realidad. Y la realidad es que el Torreperogil comenzó marcando tras un jugadón de Adri que tras tocar en el larguero y sobrepasar la línea de gol el árbitro no dio por bueno. Desde nuestra posición, se aprecia que rebasó la línea por completo. Y cuando este tipo de ocasiones pasa, pues el rival es el que se beneficia a la siguiente cuando Agus Alonso cazó un balón repelido por Alberto y la metió para igualar un marcador que debería estar 1-3 en lugar de 2-2. Pero el fútbol de Tercera no tiene VAR y eso benefició al Real Jaén que solo cuando se vio por detrás en el marcador y con opciones de empatar se sintió cómodo para volver a atacar. Además, después del gol fantasma se retroalimentó con el empate para robarle la pelota al Torreperogil y ser más incisivo.
El empate le hizo tanto daño al Torreperogil que se veía desbordado por las acciones de Cámara y Curro. Quieren un puesto en el once titular y en su salida al campo dejaban ya acciones de mucho mérito. Balones en el área sin rematar y sensación de peligro era lo que ofrecía un Real Jaén más dominador del juego ante un Sporting que ya no quería la pelota y trataba de protegerse ante el vértigo del Real Jaén en su salida al segundo tiempo. Era como si los blancos miraran en todos los números que aún tenían en el sorteo de la Lotería de Navidad, a la espera de que saliera el premio importante porque la pedrea ya la tenía. Cámara sí que llevaba un número, terminaba en tres y después de un escorzo en su remate enviaba el balón a la red tras un zurdazo que tenía premio grande, el de la remontada. Otra más, y van ya no se sabe cuántas porque el equipo de Peragón no manda ante sus rivales, empeñado en un once que está cansado y agotado sin mirar para la titularidad a otros que la están mereciendo y que le están sacando las castañas del fuego mientras agota a sus titulares.
El 2-3 hizo que el Torreperogil tuviera que abrir líneas y pasar a presionar arriba como en el inicio del partido para no llevarse una derrota cuando tuvo a favor hasta un 0-2. El Real Jaén bajó un poco el ritmo y los rojillos, ayer de azul marino, trataron de recuperar la pelota. En esa pelea por el balón entraba el equipo de Peragón con más efectivos en la medular donde Porro le daba equilibrio a los suyos ante lo que faltaba por jugar y para lo que Hevia perdía a Pekes por un problema muscular. Desde la grada por su expulsión, Hevia no veía tan claro el juego de los suyos que pese a tener la pelota chocaban con un Real Jaén que guardaba la ropa para defender el resultado que tanto le había costado entre sus tirones en el juego y en la fortuna que le sonrió. La que no tuvo Fernando en un contragolpe al tratar de acomodarse la pelota y no poder dejar el partido listo para sentencia con el cuarto. Tampoco cuando Espín envió a la red un centro de Adri Paz que el árbitro, malo de solemnidad para ambos, anuló. La suerte abandonó a los blancos en los últimos minutos porque salían a la contra con intención y Fernando fallaba solo una, a Cámara le sacaba de la línea otra un defensa del Torreperogil, pero el décimo premiado estaba en el bolsillo.