En la operación se ha detenido a cinco personas –cuatro en Palma de Mallorca y el otro en Zamora– acusadas de delitos de tráfico y depósito de armas y entre los que se encuentra el dueño de una tienda de efectos militares y un maestro armero encargado de reparar y poner de nuevo en funcionamiento muchas de las armas que habían sido adquiridas inutilizadas.
La mayoría de las armas intervenidas por la Policía se encontraba en perfecto estado de funcionamiento y con capacidad de hacer fuego real, según el estudio pericial realizado por los especialistas de Policía Científica.
La investigación se inició en mayo del año pasado, cuando se detuvo a una persona con un arma de fuego ilegal que había sido adquirida en una tienda de efectos militares de Palma de Mallorca.
Las gestiones permitieron detener a cuatro personas en esta localidad: el dueño del establecimiento, un maestro armero y dos compradores de armas.
En los registros practicados tanto en la tienda como en los domicilios de los implicados se intervinieron numerosas armas de fuego de toda clase y calibres, algunas de ellas catalogadas según el reglamento de armas vigente como “armas de guerra”.
Junto a ellas, los agentes también decomisaron unos 350 kilos de munición de distintos calibres y marcas y 35 kilos de pólvora.
Las detenciones llevaron a la Policía hasta una quinta persona en Zamora con la que el dueño de la tienda mallorquina mantenía frecuentes contactos.
Ambos utilizaban un código privado en las conversaciones que versaban sobre armas, piezas o inutilizaciones de las mismas: se referían a “cocos” o “cocodrilos” cuando hablaban de la Policía, a “piñas” para hablar de las granadas, a “tubos” para aludir a los cañones y a “fontaneros” cuando mencionaban a los armeros.
Esta última persona, detenida a finales del pasado mes de diciembre en Zamora, poseía numerosas armas, así como piezas sueltas que, una vez sustituidas y colocadas adecuadamente en las armas inutilizadas, convertían éstas en plenamente aptas para un correcto funcionamiento.
En los registros practicados en la ciudad castellana se ha encontrado un auténtico arsenal de armas, interviniéndose 367.