Despedida a Rafael, el técnico de farmacia que marcó una época en el Barrio Alto

El pasado 31 de marzo de 2025, Rafael González Camacho, el emblemático técnico de farmacia de la esquina de calle San Juan con calle Zarza, culminó su carrera profesional tras 47 años al servicio del Barrio Alto. Con 66 años, Rafael deja tras de sí un legado de humanidad, profesionalidad y cercanía que ha dejado una huella imborrable en generaciones de vecinos.
Nacido el 24 de enero de 1959 en la calle Zarza, Rafael comenzó a trabajar con tan solo 11 años en distintos comercios, entre ellos una tienda de caza y pesca. Su destino en la farmacia comenzó en 1976, cuando se incorporó a la farmacia de Justo Castro en la calle Larga. Solo dos años después, fue elegido para dirigir la farmacia en la que desarrollaría casi cinco décadas de labor ininterrumpida.
Más que un técnico de farmacia, Rafael se convirtió en un pilar fundamental de su barrio. Su trato cercano y su inagotable vocación de servicio hicieron que acudir a su farmacia fuese mucho más que una simple visita para recoger medicamentos. Su apoyo incondicional, tanto profesional como personal, lo convirtieron en una de las figuras más queridas del Barrio Alto.
A lo largo de estos 47 años, Rafael fue testigo de cambios sociales y de la evolución del barrio. Mientras ejercía su labor, sacó adelante a su familia y continuó su formación, completando estudios en Farmacia, Educación Social, Pedagogía y, más recientemente, en Psicología. Además, dejó una impronta imborrable en quienes continúan su legado en la farmacia, aunque, como muchos coinciden, su carisma y humanidad son insustituibles.
Aunque Rafael expresó en más de una ocasión que "entré sin hacer ruido y me iré sin hacer ruido", su retiro deja un eco imborrable en el Barrio Alto. Su barrio, que creció y vivió con su presencia diaria, le rinde homenaje y le agradece todos estos años de entrega y dedicación.