El 20 de junio de 2021 se celebraba el cabildo extraordinario de Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Caridad con el objeto de fecundar las elecciones a Hermano Mayor entre dos candidaturas: Manuel García Rodríguez y Daniel Muñoz Muñoz. En su cuarto año liderando la Junta de Gobierno de su Hermandad, Manuel García Rodríguez califica positivamente su mandato y ya anunció su reelección durante la presentación del cartel del Jueves Santo.
Estamos llegando al ocaso de tu mandato, aunque ya hayas anunciado presentarte a ser reelegido, y nos gustaría saber ¿cuál es el papel que desempeña el Hermano Mayor?
Primero de todo hay que tener claro que el Hermano Mayor debe estar respaldado por un buen equipo de trabajo. Pero, sí que es verdad que al final siempre tiene que suplir las lagunas que vayan apareciendo. La realidad es que el Hermano Mayor es el que tiene que estar para todo.
¿Qué sientes por tu Hermandad?
Siento orgullo. Además, cuando tu naces a escasos metros de la capilla, empiezas sin tener una túnica y teniendo que salir de monaguillo. Vas creciendo y ves cómo va avanzando, entonces comienzas a codearte con la gente mayor… Al final es un sentimiento sencillo, pero difícil a la vez. Nunca he sido una persona de vara. Hasta que consideré oportuno que tenía que ser el momento de dar un paso al frente.
¿Qué recuerda de ese momento?
Tenía que ser. Llegó el momento en el contexto de la gente que había con la que había estado trabajando codo con codo durante muchos años decidieron dar un paso atrás. Es entonces cuando levanté la mano y consideré que era mi momento.
Intentando separar la figura de hermano y Hermano Mayor, ¿cuál es el primer recuerdo que tiene? ¿Y el mejor?
El mejor recuerdo que tengo es llevar a mis hijos en mis brazos, es decir, vestirme siempre desde que dejé de ser costalero hasta un momento que tuve que decidir que tenía que llevar a mis niños. Y esos primeros momentos en los que salieron cada uno de ellos, donde no me vestí para poder llevarlos en mis brazos.
Sin dudas la noticia más actual y relevante vinculada a su Hermandad tiene que ver con la compra de un nuevo paso y la venta del actual, ¿por qué se toma esa decisión?
El proyecto del paso es una cosa no inacabada sino ni empezada. Los que tenemos, o hemos tenido, el proyecto inicial de Guzmán Bejarano para nuestra Hermandad no se parecía en absoluto a lo que teníamos desde 1979. De siempre he tenido contacto con el hijo de Guzmán Bejarano o con gente de la Hermandad y era un sector que no estaba contento con lo que se hizo porque se hizo de aquella manera. Pero, ante eso solo podemos pasar página. Sin embargo, se dice que el tren solo pasa una vez por nuestra puerta y ese tren pasó por nuestra puerta porque tengo mucha amistad con David Medina. Es más, de los primeros trabajos de Medina es un espejo que tengo en casa colgado. Entonces me percaté que David era un talento en la talla. Además, él siempre me ha dicho medio en serio, medio en broma, que si llegara el día en el que yo fuera Hermano Mayor, él me regalaría un proyecto porque quiero hacer algo para mi pueblo. Así, una vez que tomo posesión me llamó para felicitarme y a los días se coló por aquí para enseñarme el proyecto que tenía en mente para mi Virgen de los Dolores. Este era un gran proyecto que presentamos al cabildo y salió por mayoría.
¿En qué momento se encuentra el nuevo paso?
El nuevo paso ya ha firmado contrato con la carpintería, que se va a hacer en la Rambla, y se ha firmado contrato con David Medina para la talla. De hecho se iba a empezar más tarde, pero David tiene muchas ganas de empezar y se ha adelantado hasta el punto de que antes de Semana Santa se inician las labores de carpintería. La idea inicial es que cuando el paso se vea venir, es decir, cuando la delantera esté terminada de tallar, y todo vaya bien para la próxima Semana Santa se utilizará con la esperanza de estar los seis guardabrisas tallados también.
Eso sí, este año saldréis con un paso que no es el suyo, concretamente perteneciente a la Agrupación Parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Paz, María Santísima de la Esperanza, Nuestra Señora del Rocío y San Bruno de Cuartillos (Jerez de la Frontera). ¿Qué supone el uso de este paso en cuanto al vuestro antiguo?
A ver, la realidad es que el paso está bastante bien y que ya ha estado procesionando en El Puerto de Santa María con la Hermandad del Nazareno no hace mucho. Ellos le han hecho una buena reparación, restaurando la mesa y está en un gran estado de conservación. Obviamente, desde aquí quiero agradecer a la Agrupación Parroquial de Cuartillos su entrega porque no todo el mundo te presta un paso. Además han prestado un agrado y facilidad impresionante. Nosotros les hemos comunicado que tenemos que atornillar a la Virgen de una determinada manera y ellos nos han dado la facilidad de hacer “lo que haga falta” con tal de que lo dejemos igual que estaba. Es tanta su predisposición que nos han permitido evitar una imagen que podría haber chocado mucho cómo sería ver a la Virgen sin su cruz ni sudario. Sin embargo, nos han permitido quitar el tablazón, instalar el sistema de elevación y bajada, poner su tablero…
Entonces, el impacto en cuanto a años anteriores ¿cómo va a ser?
Realmente no habrá mucho. Al final es un paso que comparte muchas similitudes con el nuestro antiguo: el canasto es de bombo, pero es oscuro. Creo que si no se hubiese comentado y la persona que lo vea no sea muy experta en la materia no se percataría.
Siguiendo con la actualidad, ¿novedades y estrenos de este año?
Este año vamos a utilizar una corona, que era un proyecto añorado desde hace años. Es cierto que con el tema del paso se le ha dado una vuelta al diseño original que no se ha respetado por ser de rocalla similar al paso, aunque se ha utilizado el formato inicial planteado. Es una gran corona.
¿Qué exorno floral vais a utilizar?
El mismo. Vamos a ir con claveles rojos y rosas rojas.
Cartel presentado en uno de los últimos actos previos a la Semana Santa por parte de su Hermandad ¿qué le parece?
Creo que representa mucho lo que es el Jueves Santo: se ve un primer plano de la Virgen, se le ha puesto de fondo el azulejo del crucificado que está en la capilla, recoge el resplandor en el momento que se abren las puertas de Caridad y atraviesa el respiradero, se ve venir la cofradía con su diputado de cruz, la medalla de la ciudad y al lado derecho la mantilla, que también representa parte de lo que es el Jueves Santo.
Dentro de la vida de la Hermandad, ¿cuál es el grado de compromiso de los hermanos?
Esta Hermandad siempre ha tenido gente, aunque, es verdad que ahora las cosas se hacen de una manera distinta. Cuando llegamos a este periodo tras conseguir ser la candidatura más votada había un factor fundamental: la juventud. A la juventud hay que implicarla. Ellos tienen que estar porque está viva. Afortunadamente cada vez que hacemos un llamamiento los chavales están por aquí. Están tanto que cuando tienen que irse nos piden permiso para extender su estancia y hacer convivencia. Ahora mismo tenemos alrededor de 40 jóvenes, no niños sino adolescentes y adultos. Su presencia y entrega es total para los diferentes eventos de la Hermandad, como por ejemplo el viacrucis de la Hermandad, para barras solidarias o la elaboración del Belén. Afortunadamente, funciona.
Ante la presencia de los jóvenes, que no dejan de ser el futuro, ¿cómo consigues integrarlos en la vida de la Hermandad?
Yo creo que no solo es una cuestión de integrarles, sino de escucharlos. Tenemos que saber qué es lo que quieren. Tenemos que organizarles en los que quieren ser. Al final, ellos han querido hacer de su juventud el grupo de acólitos y demás. Entonces le hemos dado paso. Lo importante es que tengan participación. En los tiempos que corren es muy complicado hacer venir a un chaval a una Hermandad.
Una vez llega el Jueves Santo, ¿cómo es?
A mí hay una cosa del Jueves Santo que me encanta que es la mañana. Además, recibo de buen agrado el tirón que ha cogido el Jueves Santo por la mañana con esos hermanos de chaqueta con su medalla. El haber involucrado a los hermanos a rezar el Ángelus, que no se hacía, la verdad que es algo muy importante para mí. De hecho, le hemos pedido al Señor Obispo que, como no hay oficios en esas horas, si no le importaba venir a compartir con nosotros ese momento. Finalmente hemos obtenido una respuesta positiva. Por lo que el obispo estará con nosotros por la mañana. Es una novedad que nunca se ha hecho. La razón de su participación viene a raíz de la conmemoración del 89 aniversario de que un 17 de abril quemaron a la antigua titular y vuelve a caer en Jueves Santo.
¿Y cómo lo vive?
R: Siempre lo he vivido muy en familia. En casa somos cuatro, aunque en otra época hemos llegado a sumar a mis sobrinos y hermano saliendo desde casa. Hasta ahora que he sido Hermano Mayor siempre he estado al servicio de la Hermandad: me he llevado 38 años vistiendo a la Virgen, he montado flores, cera… Pero, cuando llegaba el Jueves Santo, yo cogía mi Cruz de Guía e iba delante sin ver a mi Virgen. Es más, yo siempre he sido hermano de fila.
Entra en su último año de legislatura, ¿qué valoración tiene?
Yo soy muy exigente. Pero, le doy un notable alto. Nosotros hicimos un díptico donde nos propusimos una serie de proyectos y creo que únicamente han quedado tres o cuatros por concluir, aunque ya están empezados alguno de ellos. Como por ejemplo la integración dentro de la Fraternidad Servita, ahora mismo estamos a expensas de que los hermanos refrenden esa inclusión, convirtiéndonos en la Hermandad número 26 servita. Además se han saneado los accesos al camarín de la Virgen, a la parte de arriba; se ha montado la cripta con todos los enseres del patrimonio de la Hermandad… Han sido años de mucho trabajo, pero la recompensa llega.
¿Qué destacaría de su mandato?
Destacaría el día a día de esta Hermandad. Por ejemplo, una de las grandes incorporaciones por impulso propio ha sido la Navidad, es decir, el peso del Belén. Creo que se ha realizado un trabajo a conciencia de no llevarnos por los impulsos de caprichos que provoquen poner y quitar. Hemos tenido que reordenar muchas cosas. Hoy los hermanos salen por orden de antigüedad sin suplantar la identidad de nadie. Se han hecho las cosas de otra manera, pero como considerábamos que tenía que ser.