La Junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Jerez ha otorgado licencia para la rehabilitación integral del antiguo Cine Jerezano a las sociedades Gran Rialto S.L. y beon.Worldwide, que persiguen la conversión de este espacio en un teatro con un millar de butacas y capacidad para atraer grandes producciones.
La licencia fija un plazo máximo de 30 meses para la finalización de las obras, si bien el Gobierno local está convencido de que los trabajos concluirán bastante antes. De hecho, el primer teniente de alcaldesa, Agustín Muñoz, no descarta incluso que las obras puedan finalizar “a principios del próximo año”, dado el interés de los promotores por empezar a desarrollar su ambicioso proyecto, que precisará de una inversión total superior al millón de euros.
Tanto es así que en los últimos meses ya se ha venido actuando en el edificio con permisos provisionales otorgados por el propio Ayuntamiento para acometer actuaciones puntuales, como la retirada del mobiliario, las catas en la estructura del inmueble o su limpieza.
Lo que se aprueba ahora es la licencia para acometer el proyecto de rehabilitación integral del antiguo Cine Jerezano, que una vez convertido en teatro de titularidad privada “va a suponer un fuerte impulso a la candidatura” de Jerez a la capitalidad cultural europea de 2031.
El futuro teatro estará adaptado a la normativa vigente para garantizar la seguridad y comodidad de los espectadores y artistas. Su infraestructura, moderna y versátil, se enfocará en ofrecer espectáculos de gran calidad tanto a nivel nacional como internacional, albergando desde obras teatrales hasta conciertos, conferencias y eventos culturales de diversa índole.
Según se describe en el proyecto, en líneas generales se procederá a la rehabilitación integral del edificio proyectado en 1948 por el arquitecto madrileño José María P. Garrido, contando ahora con una distribución específica acorde a las necesidades del futuro equipamiento cultural.
La intervención será “respetuosa” con el entorno y permitirá que el edificio conserve “sus señas de identidad”, pero adaptándolas “a su nuevo uso” como “teatro innovador y centro neurálgico de las artes escénicas y de la creatividad”.
No en vano, se prevé recuperar las butacas originales pero adaptadas a la normativa vigente, y se procederá a la sustitución de las carpinterías exteriores por unas nuevas, idénticas en su diseño a las anteriores, en madera del mismo color al actual. La rotulación será similar a la original, pero lógicamente con el nombre del nuevo establecimiento.