La medicina estética vive un momento de esplendor con un auge imparable, pero también lo hace el intrusismo profesional. Sólo en lo que va de 2025, la Asociación de Medicina Estética de Sevilla ha registrado seis nuevas denuncias por prácticas de intrusión, a las que se suman dos casos en trámite del año anterior y uno ya en tribunales. El Colegio de Médicos de Sevilla y la Asociación de Medicina Estética (Ammes) advierten: el 65% de los tratamientos de medicina estética en España se producen por personas sin titulación y un 20% en lugares no acreditados, lo que lo califican como "un problema de salud pública". Además, se hizo hincapié en la confusión que existe entre estética y medicina estética, y en la necesidad urgente de informar a los ciudadanos y a los más jóvenes, quienes acuden mayormente a lugares no autorizados.
"Actualmente se han puesto ya seis denuncias por intrusismo en lo que llevamos de año", así lo confirmaba la Asociación de Medicina Estética de Sevilla (Ammes). A estas se suman otras dos denuncias activas del año pasado y, lo más preocupante, una ya judicializada, lo que eleva la gravedad del fenómeno.
Los portavoces del Colegio de Médicos de Sevilla ponen en conocimiento una realidad cada vez más visible, advirtiendo de que se trata de una práctica extendida y en expansión. "Estamos hablando de salud pública. Este no es sólo un problema legal, es una cuestión de salud y de seguridad para los ciudadanos", explican desde el Colegio Oficial de Médicos.
Y es que, según trasladan, la medicina estética es un acto médico que debe ser realizado únicamente por profesionales cualificados. "La población debe cerciorarse de que donde lo hace tiene autorización". Según la ley 44/2003 de ordenación de las profesiones sanitarias, al ser la medicina estética un acto médico, sólo un médico puede ejercer un diagnóstico y ofrecer tratamiento.
Junto al colegio, la Asociación de Medicina Estética de Sevilla, hizo hincapié en la confusión que existe entre estética y medicina estética, y en la necesidad urgente de informar a los ciudadanos. Explican que un enfermero puede realizar un máster en medicina estética, pero no puede ejercer, puesto que no es un médico. Esto se traduce en que, si una esteticien tiene un máster en medicina estética, no puede implementar un tratamiento estético que atraviese la barrera cutánea. "Si se tiene un FP o grado superior de estética puede realizar tratamientos siempre que sea con un equipo cosmético, que por mucho que le suba la potencia no va a dejar ninguna lesión, ninguna quemadura".
Un problema que afecta a un 65%
A nivel nacional, se ha publicado un informe que revela un dato especialmente alarmante: el 65% de los casos de intrusismo médico detectados en España pertenecen al ámbito de la medicina estética. Clínicas no autorizadas, publicidad engañosa en redes sociales y tratamientos ofrecidos por personas sin formación médica componen un escenario de alto riesgo.
Según el mismo informe, este tipo de intrusismo afecta en especial a mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años, principales usuarias de este tipo de tratamientos. En muchos casos, los procedimientos se realizan en centros no sanitarios, sin medidas de seguridad, y con productos no homologados.
Llamamiento a la ciudadanía y a las autoridades
Desde el Colegio de Médicos y Ammes se ha lanzado un doble llamamiento: a los ciudadanos, para que verifiquen siempre la titulación del profesional y exijan que los tratamientos estéticos se realicen en centros sanitarios autorizados; y a las administraciones públicas, para que refuercen la inspección, sanción y control de quienes ejercen ilegalmente.