El estudio de ordenación de la parcela del nuevo estadio del Betis (con la mole anexa) incorpora un anexo sobre tráfico y capacidad en el que se incluye el solar sito entre las avenidas de Jerez, Italia y Holanda -que el Ayuntamiento tiene en principio destinado a erigir el centro cívico de Los Bermejales- como aparcamiento disuasorio al servicio del club verdiblanco, con una capacidad para acoger 1.300 vehículos. Salvo que el gobierno de Sanz se pliegue a los intereses de la sociedad anónima deportiva en detrimento de los vecinos, la imposibilidad de usar esos terrenos como estacionamiento distorsiona el contenido del informe presentado por la entidad verdiblanca.
El Betis despacha el tema de los aparcamientos en tan sólo nueve líneas del anexo sobre el tráfico, junto a una gran foto aérea del solar destinado al centro cívico de Los Bermejales: "El estadio Benito Villamarín cuenta con aparcamiento subterráneo que presta servicio exclusivo a abonados, de modo que no puede ser utilizado por el público general. El aparcamiento en superficie frente al estadio es cerrado durante los días de partido ya que forma parte del área de evacuación del estadio.
Existen 5 aparcamientos públicos situados a no más de 750 metros de distancia del estadio y que dan servicio durante los días de partido. Se estima una capacidad total de aparcamientos públicos de 2.200 plazas.
Los aparcamientos en calzada se sitúan a lo largo de las zonas residenciales de Heliópolis, Bami, Los Bermejales y el campus universitario de Reina Mercedes".
Hablar del aparcamiento en la explanada de la calle Doctor Fleming carece de sentido, ya que más de la mitad de la misma va a ser ocupada por la mole de uso terciario que proyecta el Betis.
Un estudio serio habría reflejado el nombre, dirección y plazas de aparcamiento de esos cinco estacionamientos públicos en el entorno del estadio en vez de dar una mera estimación genérica de 2.200 plazas.
Y llama poderosamente la atención que en este capítulo específico dedicado al tráfico y capacidad dentro del estudio de ordenación no se diga ni una palabra sobre el aparcamiento proyectado bajo la mole de uso terciario anexa al Villamarín y que se sumaría teóricamente a los otros cinco de carácter público.
Para hallar una referencia al mismo hay que ir al tomo I del estudio, página 22: "Se dota de nuevas plazas de aparcamiento subterráneo al servicio de los ciudadanos". ¿Y cuál es el número de esas supuestas nuevas plazas de aparcamiento subterráneo? No hay ni un solo dato, más allá de las previas filtraciones periodísticas realizadas por los dirigentes béticos sobre 400 plazas en dos plantas subterráneas.
Los dirigentes béticos trasladaron a las asociaciones de vecinos del entorno que el estacionamiento bajo la mole no estaría al servicio de los ciudadanos, como se afirma en el documento oficial presentado al Ayuntamiento y ahora sometido a información pública, sino de la propia mole y, especialmente, de los clientes del futuro hotel.
En esa misma página 22 se menciona el uso hotelero en la mole: 150 habitaciones repartidas desde la planta quinta a la octava.
Y tiene sentido comercial la información trasladada anteriormente a los vecinos de que el aparcamiento estará al servicio del hotel y de los negocios que se instalen en la mole porque ¿es imaginable que los usuarios del hotel llegaran con sus vehículos, no tuvieran el estacionamiento garantizado y se tuvieran que poner a dar vueltas por los barrios de los alrededores para dejar sus coches y tener que ir cargados con las maletas hasta el establecimiento hotelero? Se irían ‘ipso facto’ y la imagen negativa que proyectaría el hotel lo dejaría sin clientela, cuando a poco más de 300 metros de distancia el hotel Al-Ándalus Palace ofrece su propio aparcamiento con 200 plazas.
Se demuestra, pues, que el estudio de ordenación presentado por el Betis al Ayuntamiento ofrece una información que no se corresponde con la realidad y suscita falsas expectativas entre los vecinos no informados, ya que no sólo no les ofrecerá una nueva alternativa de aparcamiento para sus vehículos, sino que por más que diga el club su proyecto contribuirá a que se incremente la pugna por hallar dónde aparcar en las calles de los barrios limítrofes.
Es curioso observar las contradicciones y dobles mensajes del Betis. El club se ha esforzado en desmentir la idea de que en la mole se vaya a instalar un centro comercial. Así, al reflejar los futuros usos en la misma, se expresa en los siguientes términos: Los usos compatibles que se plantean no son exclusivamente comerciales. De manera orientativa, se plantea la siguiente distribución de usos:
-Clínica del deporte: 20%.
-Comercial (moda deportiva, retail complementario, ocio y restauración): 33%.
-Gimnasio – Spa & Wellness: 22%.
Hotelero – 150 habitaciones (desarrollado en planta quinta a octava): 25%.
Como se observa los usos no comerciales suponen más de 60% de los usos lucrativos compatibles. Observamos por tanto cómo, un porcentaje importante de los usos planteados aumentarán y mejorarán los servicios de la zona. Se trata de usos relacionados con la temática del deporte evitando una posible terciarización de la zona que pueda tener impacto negativo sobre los alquileres de la zona.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que las características del futuro recinto no son compatibles con un estadio tipo “arena”, con compatibilidad con grandes espectáculos y actuaciones musicales. Es un espacio deportivo con un campo de juego perenne de césped natural incompatible con la simultaneidad de otros eventos durante la temporada».
Sin embargo, en el estudio específico dedicado al tráfico y capacidad se dice textualmente lo siguiente: «A continuación se realiza el análisis de tráfico mediante la herramienta de micro simulación durante los escenarios más desfavorables, que coinciden con los días de partido y los días de máxima afluencia al futuro centro comercial».
EL TRÁFICO
En el estudio específico se recogen los datos municipales de intensidad media diaria (IMD) de tráfico de las carreteras que pasan junto al estadio o cerca del mismo y donde se ve claramente el importante flujo de vehículos que cada jornada canaliza la avenida de La Palmera.
Los redactores del estudio citan una serie de actuaciones planificadas en la red viaria que tendrán incidencia en la movilidad, pero lo hacen desde una perspectiva de ayuda a la descongestión del tráfico sin considerar que pueden incrementarlo por canalizar el acceso a nuevos desarrollos urbanísticos en el Sur de la ciudad, como Palmas Altas, Pítamo y Cuarto. En este sentido, destaca la nula alusión al impacto en todos los sentidos del Distrito Urbano Portuario, entre el puente de las Delicias y el del Centenario, a escasos metros del estadio del Betis.
E incluyen en la lista de carreteras que aliviarían el tráfico en el entorno del Villamarín la aparentemente descartada de facto -pero que no se ha eliminado en el vigente PGOU- Vía Parque del Guadaira, en estos términos: "Nueva avenida que servirá como elemento urbano de distribución transversal en el sur de la ciudad conectando la avenida de la Raza, junto al barrio de Heliópolis, con el enlace de la SE-30 en Palmete".
Tal como publicamos anteriormente, los redactores del Plan Especial de Reforma Interior de la antigua fábrica de Induyco (El Corte Inglés) en la carretera de Su Eminencia, donde se proyecta la construcción de 607 viviendas, también cuentan con que se active esta carretera a través del parque del Guadaira y que se dio por muerta por la fuerte oposición de los vecinos del entorno.
Tras enumerar las líneas de Tussam cuyos autobuses circulan cerca del Villamarín, las metropolitanas y el Cercanías ferroviario y aventurar el posible trazado Sur de la futura línea 3 del Metro, los redactores del estudio se refieren a la movilidad según modos de transporte y se limitan a extrapolar los datos del municipal Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de Sevilla.
Y a partir de esa extrapolación, sin un estudio propio, hacen la estimación de por qué medios llegan al estadio los aficionados del Betis, conforme al siguiente cuadro:
Obsérvese que el número total de espectadores que aparece es de sólo 23.209, cuando previamente se ha destacado que el Villamarín registra el mayor porcentaje de ocupación respecto a su aforo (se da aquí la cifra de 59.378, cuando en el tomo I del estudio se habla de 60.300) de toda la Liga, con un promedio de asistencia de 51.065; y se considera que el 36% proceden del área metropolitana y el 64%, del municipio de Sevilla:
Sin hacer un trabajo propio y extrapolando el PMUS, cuya elaboración se adjudicó por el Ayuntamiento en septiembre de 2017 (dos años y medio antes del Covid, que alteró los hábitos de movilidad en la ciudad, como demuestra el hecho de que todavía se subvencione el transporte público desde entonces), los autores del estudio del Betis afirman que la tasa de ocupación de los vehículos que acceden a las inmediaciones del estadio en los días de partido es de 2,5 viajeros y, por tanto, que el número de vehículos privados es de 3.249 (resultarían los 8.123 espectadores para sólo un total de 23.209 asistentes a los partidos, cuando antes se ha hablado de una media de 51.065).
Reconocen los redactores del estudio que el valor (sic) estimado de vehículos (cabría decir subestimado, ya que extrapolan la cifra a partir de tan sólo 23.209 espectadores a los partidos en vez de 51.065) que acceden a la zona de influencia del estadio está por encima de la oferta de aparcamientos públicos de la zona (2.200 plazas, también estimadas), y concluyen: "La diferencia entre oferta y demanda recurrirá a las plazas de estacionamiento en vía pública que se distribuyen a lo largo de las zonas residenciales colindantes a estadio".
En la, conociendo nuestra idiosincrasia, improbable hipótesis de que se optara por pagar para aparcar y se ocuparan todas y cada una de esas 2.200 plazas de estacionamiento público estimadas por los autores del estudio, se colige que tan sólo aparcan en días de partido del Betis en las calles de Heliópolis, Reina Mercedes, Los Bermejales, Bami…. 1.049 coches, y como el solar destinado en principio al centro cívico de Los Bermejales tiene una capacidad de 1.300, pues problema resuelto.
Pero, claro, si el cálculo se hace sobre 51.065 espectadores de media y el 35% accede en vehículo privado con 2,5 viajeros cada automóvil, entonces el resultado serían 7.149 coches y los 4.949 que no podrían entrar en las 2.200 plazas de aparcamientos públicos existentes inundarían las calles de los barrios aledaños porque aun ocupando 1.300 de los mismos el solar destinado al centro cívico de Los Bermejales todavía sobrarían 3.649.
GENERACIÓN DE VIAJES
Y de una extrapolación a otra. Para estimar los viajes que generarían los suelos terciarios (vulgo la mole), los autores se remiten al ‘Documento base para las autorizaciones de accesos y estudios de tráfico sobre planes urbanísticos en la red Autonómica de Carreteras de Andalucía’, publicado por la entonces Consejería de Obras Públicas y Transportes y combinan esos datos con los del PMUS municipal.
Calculan los autores que la apertura de las nuevas áreas comerciales generará durante los días de partido de fútbol 849 desplazamientos de entrada y 849 de salida, de los cuales el 35% se realizarán en vehículo privado: un total de 118 automóviles, que suponen un incremento del 7% sobre la demanda actual.
En fin de semana sin evento deportivo (erróneamente vuelven a hablar de días con fútbol) estiman que la apertura de las nuevas áreas comerciales generará 1.698 desplazamientos de entrada y otros tantos de salida. El 35% se realizaría en vehículo privado, lo que supondrá 237 automóviles atraídos exclusivamente por el sector terciario, vehículos que utilizarían el aparcamiento disponible en el estadio para acceder a y salir de la zona comercial.
La explicación que se da en el informe a por qué acudiría más gente a la mole en los fines de semana sin partido que con partido se debe fundamentalmente a las aglomeraciones provocadas en los alrededores y a los cortes de tráfico. Añaden los autores del informe que las nuevas áreas de atracción sí tendrán influencia directa sobre la hora de llegada al estadio y la hora de salida de los aficionados, previéndose una llegada más paulatina y una salida más escalonada, "lo que -afirman- puede mejorar las condiciones de circulación durante dichas horas".
Como se observa, no se hace ninguna estimación sobre el poder de atracción de la mole durante los días laborables, y cabe preguntarse qué pensará un empresario potencialmente interesado en instalarse en la mole al conocer que en el mejor de los casos, fines de semana sin fútbol, la previsión es de tan sólo 1.698 desplazamientos a la misma, a repartirse entre todos los negocios allí presentes.