Los buenos equipos
Los buenos equipos en la vida profesional y en la actividad política suelen ser garantía de buenos resultados. Los hay para los más diversos y variados gustos, en todos los colores y opciones. Están aquellos que les gusta rodearse de la gente más inteligente , colaboradores capaces de producir el prodigio y convertir a su vulgar prócer en un ser único y singular , o los que prefieren tener como siervos a los más inútiles del lugar , con lo que permanentemente logran que sus carencias e ineptitudes se evidencian de la forma más panorámica y espectacular.
Y es que hay quien cifra todo su poder en las apariencias, andan sólo preocupados cómo y de que forma saldrán en la foto, dedicando todos sus esfuerzos a aprender los mil y un trucos para mejorar su imagen: En el colmo de su paranoia se consideran los hacedores de todo lo bueno que acontece en el territorio donde gobiernan, lo que además de ser grosero es una locura.
Otros, sin embargo, son esclavos de su proyecto personal, e intentan no comprometerse con persona o grupo alguno, siendo solamente fieles a si mismos, parecen mantenerse siempre a cierta distancia, no hacen nada para no molestar a nadie, con los planos y tibios, jamás tendrán enemigos, nunca hicieron favores.
Recuerdo una película en la que el protagonista justificaba la deslealtad de uno de sus mejores amigos con la siguiente frase,” jamás me perdonará que le hiciera ese gran favor”. De ahí que hacer regalos , procurar prebendas o dar esperando recibir alguna renta, para provocar algún tipo de obligación , acaba resultando una cuestión estéril e inútil , donde el perro termina mordiendo el amo.
Estos sujetos doctores del egoísmo intentan mantenerse siempre neutrales, lejos de discusiones, dejando que los demás se involucren y ellos permaneciendo al margen, esperando acontecimientos, aparentando imparcialidad cuando el tema no les afecta, son viciosos de si mismo.
En ocasiones son lentos a la hora de tomar decisiones, pues es más sencillo evitar la ocasión de comprometerse que salir con bien del compromiso. Son maestros de la supervivencia y huyen para no entrar en cualquier batalla, evitando la tendencia natural a tomar partido e implicarse en la lucha , saben que con cada combate , aunque se gane , se hacen más débiles, mientras que los observadores esperan pacientemente los frutos de su ausencia para hacerse más fuertes .
Esta falta de compromiso con todo y con todos, tiene una sola excepción, ellos mismos, y utilizan con una finura natural la sabiduría, el conocimiento y el trabajo de los demás en beneficio propio. Son incapaces de formar parte de equipos, mucho menos de aportar cosas buenas al conjunto y se encierran en una cárcel de unos contra otros , sin ningún tipo de colaboración ni objetivos comunes.
Son seres especiales, que han descubierto pronto aquello de que el tiempo corto y la vida escasa, y saben que, si uno intenta hacerlo todo solo, se agota, gasta su energía y se quema. Conciben el mundo del poder como la jungla , donde hay los que viven a base de cazar y matar , y otros como carroñeros se alimentan de las presas.
Se aprovechan de la ingenuidad de los soñadores de un mundo mejor. Son como buitres dando vueltas por encima de nuestras cabezas , intentando encontrar la forma de sobrevivir sin escrúpulos a costa del esfuerzo de los que sólo cometieron un acierto , ser fieles a sus ideas y leales a sus amigos, vivir trabajando en equipo con arreglo a su compromiso.
